Bolsamania

Compra un BMW M3 y descubre que fue maltratado por Jeremy Clarkson

Hoy os contaremos la historia curiosa y triste de un joven inglés que descubrió cómo su coche había sido maltratado por Jeremy Clarkson, el ex preentador del programa de la BBC Top Gear al cual parece perseguir siempre la polémica, de uno u otro modo.

Todo empezó cuando Rob Willis, un aficionado al motor de la ciudad inglesa de Dartford, se puso a buscar un BMW M3 de segunda mano, el coche de sus sueños, la berlina bávara de 430 CV por la que tanto suspiraba. Después de analizar numerosos anuncios en diarios y el internet descubrió una tentadora oferta: «BMW M3 usado pero en buenas condiciones.» Por solo 50.000 libras esterlinas.

Willis compró el coche pero pronto descubrió que el vehículo no funcionaba tan bien como él había esperado. La dirección hacía ruidos extraños y los frenos cerámicos de carbono no eran tan eficaces como deberían. Así que volvió al concesionario de coches usados ​​donde había adquirido el coche. Allí le proporcionaron un BMW 330d xDrive de cortesía mientras se reparaban los fallos de su coche, especialmente los delicados frenos cerámicos de carbono.

Semanas más tarde Willis descubrió la causa real de estos inesperados defectos de su nuevo BMW M3 y se quedó de piedra. Fue en el sofá de casa, viendo un epidosio de Top Gear en la tele en el que el excéntrico Jeremy Clarkson ponía a prueba un BMW M3 de color azul cielo en el circuito de Dunsfold con modales al volante un tanto toscos. Willis reconoció de inmediato la matrícula del coche… ¡Era la de su coche!

En la pantalla del televisor el humo salía de las ruedas de su BMW M3 mientras Clarkson explicaba sus sensaciones con su particular estilo: «Este coche es como el perro perfecto: fiable y bonito. No persigue a las ovejas pero si un ladrón entra en casa tiene la potencia suficiente como para arrancarle la gargante. ¡Mírame, soy un perro de presa! Un coche maravilloso si tienes 56.000 libras para comprártelo«.

Willis había pagado un poco menos, 50.000 ibras, pero estaba horrorizado al ver cómo Clarkson rodaba por la pista a toda velocidad y sin el más mínimo cuidado, maltratando su querido BMW. De haberlo sabido antes, probablemente no hubeira comprado ese coche…

Fotos – Mirror