La inyección directa de Bosch permite ahorrar un 15% de combustible
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En numerosas ocasiones hemos mencionado a Bosch como uno de los principales fabricantes de componentes para automóviles pese a no fabricar vehículos en sí mismos. Los ejemplos son múltiples y variados; desde un nuevo embrague para ahorrar hasta un 5% de combustible o su propia apuesta por la conducción autónoma. Si nos remontamos un poco más al pasado, Bosch se encargó de desarrollar la tecnología Common Rail para vehículos diésel que, a día de hoy, está presente en un 80% de todos los nuevos vehículos diésel que se lanzan al mercado a nivel mundial.
Algo similar sucede con el sistema de inyección directa en vehículos de gasolina, también desarrollado por Bosch y gracias al cual los conductores pueden beneficiarse de un mayor par motor a bajas velocidades y una conducción más placentera, al tiempo que repercute en el consumo de combustible reduciéndolo en un aproximadamente un 15%. Rolf Bulander, uno de los miembros de la dirección de Bosch, afirmaba lo siguiente acerca de la inyección directa: «La inyección directa de gasolina está ahora emprendiendo el mismo tipo de revolución de la que fuimos testigos en los motores diésel.»
Este sistema no sólo es idóneo de cara a reducir el consumo de combustible, sino que también tiene mucho que decir a la hora de «electrificar» los motores de gasolina. Esto es así debido a su diseño altamente optimizado e idóneo para aplicar downsizing, pudiendo usar motores compactos con menos cilindros y que pueden ser complementados por un motor eléctrioco.
La estimación actual por parte de Bosch cifra que para el año 2016, el 50% de los nuevos vehículos de gasolina que se lancen en el mercado europeo contarán con este sistema de inyección directa. de hecho, ya el pasado año 2013 se estimó que fue en torno al 40% de los nuevos vehículos de gasolina los que ya usaban este sistema.
Fuente: Nota de prensa