Guerra entre Volkswagen y Citroën
|La reclamación que ha presentado la marca francesa contra la alemana tras el Rally Acrópolis, celebrado el pasado fin de semana en tierras griegas, ha desatado las hostilidades entre los dos equipos del WRC.
El equipo Volkswagen Motorsport se vio sorprendido, tras la celebración de la victoria de su piloto Jari-Matti Latvala en la prueba griega, por una reclamación del equipo Citroën contra los tres Volkswagen Polo de Latvala, Ogier y Mikkelsen. Dicha reclamación se basaba en la utilización por parte de los Volkswagen de una batería de repuesto mientras los coches permanecían por la noche en el parque cerrado. Una batería que era cambiada por la mañana cuando los coches abandonaban el parque cerrado para disputar los tramos cronometrados.
En un primer momento la reclamación fue rechazada por un defecto de forma, ya que Citroën reclamó contra los tres Polo en bloque, cuando deberían de hacerlo de forma individual. Así lo hicieron más tarde, siendo entonces admitida.
Tras ser escuchadas las alegaciones del equipo Volkswagen, y después de unas intensas y largas deliberaciones, los comisarios decidieron desestimar la reclamación del equipo Citroën y mantener el resultado final del rally sin descalificar a los vehículos alemanes. El equipo francés, por boca de Yves Matton, su jefe de equipo, comunicó que no apelaría la decisión de los comisarios, aunque no estaban de acuerdo con la misma.
Las caras que se veían en el equipo Volkswagen eran también muy serias a pesar de favorecerles la resolución de los comisarios. Sin duda que no ha sentado nada bien en el seno del equipo alemán esta reclamación por parte de Citroën, una situación que no se producía en el WRC desde 1990 cuando Toyota reclamó contra Lancia tras el Rally de Monte Carlo.
Seguramente asistiremos a un campeonato más tenso desde este momento. El equipo Citroën está siendo superado por los Volkswagen Polo esta temporada, amenazando seriamente su reinado en el WRC que se extiende desde el año 2003, con un pequeño paréntesis en 2006 y 2007, con un excelso Sebastien Loeb ganando el Mundial de Pilotos ininterrumpidamente desde el año 2004.
Ahora todo ha cambiado con el semirretiro de Sebastien Loeb y las grandes prestaciones del Volkswagen Polo, con un Sebastien Ogier reclamando para si el cetro de su paisano Loeb. Sólo cuando el alsaciano se ha puesto a los mandos del Citroën DS3 WRC (Monte Carlo, Suecia y Argentina, con dos victorias y un segundo puesto) se ha visto a un coche capaz de luchar por los triunfos, y de lograrlos. Cuando Loeb no está ni Dani Sordo ni Mikko Hirvonen han conseguido superar a los Polo, lo que está incrementado el nerviosismo en el equipo francés, incapaz de derrotar a los Volkswagen en los tramos.