El Gobierno quiere controlar el precio de la gasolina
Aunque con la que está cayendo es complicado no ser escépticos ante este tipo de anuncios, lo cierto es que se supone que por fin llega una buena noticia para los conductores. El Gobierno ha anunciado que va a adoptar medidas para intentar controlar el precio de la gasolina. Según ha explicado la vicepresidente Soraya Saez de Santamaría, la intención del ejecutivo es facilitar la entrada al mercado de nuevos operadores, superando así la competencia y beneficiando a los consumidores. Por ejemplo, en la parcela minorista, se le cortará el grifo a las compañías, que no podrán instalar más estaciones en los puntos geográficos donde ya cuenten con un buen número de ellas.
Destaca además la revisión de los contratos entre las estaciones de servicio y las petroleras. El abanderamiento (o contrato en exclusiva) podrá durar como máximo un año y después se puede extender por otros tres siempre que los estime oportuno el dueño de la gasolinera. También se va a fomentar la entrada de nuevos operadores, con el objetivo de quitar trabas para la instalación de nuevas gasolineras. En definitiva, lo que se busca es abrir el mercado y que la competencia se incremente, lo que induciría de manera inexorable a una reducción en el precio final del producto.
El Gobierno también ha avisado que los puntos más aconsejables para construir nuevas estaciones de servicio son los siguientes: centros y parques comerciales, establecimientos de inspección técnica de vehículos (ITV) y polígonos industriales. Los tediosos trámites administrativos se van a agilizar, para así ayudar a los nuevos empresarios que se sumerjan en el mercado. Otra de las medidas que entrará en vigor el próximo domingo tiene que ver con los carburantes verdes. El Ministerio de Industria ha afirmado que su objetivo es “minimizar el precio de los carburantes y analizar con tiempo los desarrollos tecnológicos necesarios para alcanzar los objetivos comunitarios previstos para 2020”.
Como he dejado claro al principio de este post, la coyuntura económica y política de nuestro país nos obligan a coger este tipo de anuncios con alfileres. Empero, la realidad es que estas medidas se antojan necesarias para que no termine explotando el mercado de la gasolina y, sobre todo, para que los consumidores (la parte de verdad importante en este asunto) podamos vernos un poco más desahogados en nuestra vida cotidiana. Ojalá entrar en una gasolinera deje de ser un infierno para volver a convertirse en un acto rutinario y no tan costoso.
