El frío, enemigo del coche eléctrico
|Ahora que estamos metido de lleno en el invierno, los conductores saben que las bajas temperaturas acaban afectando de uno u otro modo a los coches, aunque los vehículos eléctricos son especialmente sensibles, para ellos el frío es un enemigo terrible. Un argumento más que añadir a la lista de contras de esta tecnología.
El principal problema es que las bajas temperaturas merman el rendimiento de las baterías, que pueden reducir su capacidad, es decir su autonomía, hasta en un 25%. Se ha comprobado en Estados Unidos y en Noruega, que es curiosamente el país líder de Europa en ventas de vehículos eléctricos.
Las cifras no dejan lugar a dudas
Vamos a los datos objetivos. Hace un año se publicó en Estados Unidos un informe de FleetCarma que tomaba como base dos de los modelos eléctricos más famosos y elogiados del mercado: el Chevrolet Volt y el Nissan Leaf. Los resultados fueron demoledores.
Según este estudio, en condiciones de baja temperatura el Nissan Leaf pierde un 40% de su autonomía y el Volt algo menos, el 35%. En ambos casos, mucho más de lo que advierten los fabricantes, que solo admiten de forma algo difusa que sus coches «pueden ver mermada su autonomía» fuera del rango de temperatura comprendido entre los 15° los 25°C.
¿Por qué se da este problema? La explicación es sencilla: las temperaturas bajas afectan a la rapidez con que la energía fluye de la batería y vuelve a entrar en ella. Además, al tener que utilizar la calefacción en el interior, se desvía parte de la energía destinada inicialmente a impulsar el coche. Hay que sumar todavía otra razón: el frenado regenerativo por el que se utiliza la energía del impulso del coche para cargar la propia batería (que contribuye así a aumentar así el alcance de ésta) queda limitado en un ambiente demasiado frío.
En suma, una serie de problemas para los que todavía no hay una solución convincente y que hoy por hoy suponen un gran obstáculo para la expansión del coche eléctrico.
Fotos – FleetCarma