El accidente de tráfico más caro de la historia
|Imagina una brutal colisión en la autopista en la que se ven involucrados nueve Ferraris, tres Mercedes, un Seat Marbella y un Lamborghini. No, no se trata de un chiste, ocurrió en Japón y se convirtió en el accidente de tráfico más caro de la historia, con más de 3 millones de euros en concepto de reparaciones e indemnizaciones. Una auténtica pesadilla para las compañías aseguradoras.
El accidente sucedió en diciembre de 2011, pero es noticia hoy porque en estos días es cuando se ha celebrado en la ciudad de Yamaguchi el juicio para determinar las responsabilidades. Al parecer, sucedió de la siguiente manera:
El conductor del primer vehículo perdió el control de su Ferrari, que conducía a unos 170 Km/h., a causa de la lluvia. Los que circulaban tras él, también pisando fuerte el acelerador, frenaron de golpe dando lugar a un espectacular choque en cadena. El resultado: un reguero de coches convertidos en chatarra y múltiples heridos de diversa consideración, aunque por fortuna ninguna víctima mortal, lo cual parece sencillamente un milagro.
Una chatarra carísima
Al juez que se encargaba del caso no le ha temblado la mano y ha condenado a los diez de los conductores implicados en el accidente, de edades comprendidas entre 38 y 61 años, por exceso de velocidad y por no prestar suficiente atención a la carretera.
Varios de los condenados reconocieron ante el juez que no tenían ni idea sobre las especificaciones de los coches ni lo potente que podía llegar a ser su aceleración. Ya vimos aquí anteriormente cuáles son las consecuencias de ponerse a pilotar un Ferrari sin tener ni idea de lo que se tiene en las manos (ver Un Ferrari convertido en chatarra).
Seguro que a estas alturas te estarás preguntando cómo se pudo llegar a dar una concentración de vehículos de alta gama en esta autopista de Osaka. ¿Es que no hay crisis en el País del Sol Naciente y los nipones atan los perros con longanizas? En realidad, la mayoría de estos conductores regresaban de una feria de vehículos de lujo en Hiroshima donde habían exhibido sus joyas. Joyas convertidas en chatarra carísima.
Fotos – Telegraph