Cómo practicar la conducción eficiente sin dañar la mecánica
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Entre las múltiples prácticas de conducción eficiente hay una que destaca sobre todas las demás: conducir siempre con la marcha más larga posible. Esto lleva, a la práctica, a poder dañar incluso el motor al mantener una marcha que lleve ahogado al vehículo o aumentar, el número de cambios de marcha notablemente sin necesidad alguna (en ciudad, no se puede ir siempre en quinta, pero sí, por ejemplo, en tercera). Por eso mismo, aquí hemos recopilado una serie de prácticas habituales para practicar una conducción eficiente, que se suman a las que ya os comentábamos hace algún tiempo:
1. Uso apropiado de las marchas. No llevar el coche ahogado, bajar de marcha cuando se encuentre apurado para mantener la velocidad.
2. No pisar el embrague innecesariamente. Para frenar no es necesario pisar el embrague como hacen algunos conductores, con el freno es suficiente.
3. Usar el freno motor. En este caso, sí que se usa el embrague, para reducir la velocidad mediante el freno motor bajando la marcha. Esto no sólo ahorra gasolina, sino que además aumenta en seguridad y permite anticiparse a situaciones.
4. Velocidad constante. Sobre todo en autovía, es recomendable mantener una velocidad constante, más aún si tenemos en cuenta que el consumo de combustible se dispara a partir de los 100 km/h.
5. Apagar el motor cuando no se utilice. Tener el coche en marcha puede llegar a consumidor hasta 0,7 litros a la hora. Por eso mismo, se estima que si se prevé que el vehículo va a estar parado durante más de dos minutos, se debería apagar.
6. Mantenimiento óptimo. La presión de los neumáticos es un factor clave, más aún si vamos a realizar un largo viaje. Asimismo, los neumáticos d ecalificación energética A también pueden suponer un ahorro de combustible importante.
7. Evitar peso innecesario. El peso en el vehículo aumenta su combustible y si está mal distribuido, también. Por eso mismo, siempre que podamos, evitemos llevar peso innecesariamente en el vehículo (olvidar objetos pesados en el maletero, por ejemplo).