Conducir en la nieve: Qué tipo de cadenas elegir
|En una anterior entrada ya hemos facilitado una guía rápida de cómo montar las cadenas para la nieve en las ruedas de tu vehículo. Algo que uno no suele pensar que vaya a necesitar nunca hasta que llega el día. Quienes lo hayan sufrido seguro que serán más precavidos la próxima vez y, además de aprender a usar estos accesorios para los neumáticos, tratará de comprarse el juego de cadenas adecuado. Aquí es donde hay que ser cuidadoso, pues hay mucho donde elegir:
Cadenas metálicas
Generalmente de acero, son las más conocidas. Se componen de finas cadenas con eslabones metálicos que por un lado llevan un aro y por el otro unos tensores, que se sujetan en la parte exterior de la rueda.
PRO: Son las más baratas
CONTRA: El montaje es complicado, sobre todo para los que no son muy hábiles en estas tareas. Otro punto en contra es que pueden arañar las llantas y producen muchos traqueteos a la hora de circular. Es por esto que se recomienda desconectar el control de estabilidad del coche si las vamos a usar.
Cadenas de tela
Se trata en realidad de una funda de tela que cubre la banda de rodadura del neumático. Lo mejor que nos ofrecen es que podemos montarlas en un par de minutos sin complicaciones. Además, al ser de un material textil, no producen arañazos en las ruedas.
PRO: sencillo montaje, escaso peso, no dañan las llantas.
CONTRA: aunque su precio en el mercado se ha reducido bastante en los últimos años, siguen siendo todavía más caras que las metálicas. La otra gran pega es su rápido desgaste y su fragilidad. Resulta casi imposible romper unas cadenas de metal pero con la funda de tela eso es algo que sucede con demasiada frecuencia.
Cadenas compuestas, semiautomáticas y «líquidas»
Analicemos otro tipo de cadenas mucho menos usadas. Las cadenas compuestas (de las cuales la mayoría de la gente ni siquiera sabe de su existencia), se componen de dos materiales diferentes: una red de cables plásticos enfundados en material textil y las argollas metálicas que las unen. Su rendimiento es similar al de las cadenas de tela, aunque duran más. Como ya habrás supuesto, son aún más caras que las textiles.
Si vives en un lugar de inviernos crudos y nevadas recuentes tal vez tengas que decantarte por las cadenas semiautomáticas. Si hablamos de modelos, Spikes Spider (foto o Contrax Steg. Estas tienen una parte fija anclada a la llanta y una desmontable que consta de un armazón plástico y brazos de goma con pequeños clavos metálicos, bandas de plástico o cadenas. Montarlas o desmontarlas es rápido y sencillo, y su rendimiento excelente en las condiciones más extremas. Eso sí, su precio multiplica por diez el de las cadenas para nieve más caras del mercado.
Citaremos por último las cadenas líquidas. No, no se trata de unas cadenas futuristas ni nada por el estilo, sino de la denominación que se le ha dado a los sprays que se aplican sobre la banda de rodadura del neumático para aumentar su adherencia en un momento dado. Podemos decir que es un recurso para convertir nuestros neumáticos convencionales en neumáticos de invierno durante un par de kilómetros, nada más. Puede resultarnos útil para un momento puntual.
Fotos – Nevasport