Cómo transportar a perros en el coche: alternativas
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Los medios de comunicación y la DGT nos asedia continuamente con la importancia (justificada) de usar el cinturón, pero en muy pocos casos se le da publicidad a algo tan elemental como el transporte de animales en el vehículo. Ése es el caso, por ejemplo, de los gatos o perros que suelen acompañarnos en nuestras vacaciones o en los viajes de fin de semana a nuestra segunda casa para desconectar de la rutina diaria.
Para hacernos una idea de la seguridad vial, el 51% de los conductores encuestados por RACE y Royal Canin afirman que han tenido alguna situación de peligro al volante provocada por un animal. Asimismo, el 20% de ellos afirma que no tiene ningún sistema de protección en el vehículo para el animal en cuestión. No es algo que tomarse a la ligera, más si tenemos en cuenta que los animales que viajan sin sujeción en un vehículo, multiplican su peso en 35 veces en caso de impacto frontal a 50 km/h, pudiendo ocasionarse lesiones mortales e incluso graves hasta para los propios ocupantes del vehículo.
Alternativas para transportar a un perro en el coche
1. Arnés con un enganche. Se trata de un dispositivo que se ancla en el cinturón de seguridad del vehículo, pudiendo romperse la hebilla del arnés en caso de colisión. Su precio es de aproximadamente 7,5 euros.
2. Arnés con dos enganches. Más efectivo, al evitar que el animal pueda desplazarse hacia delante si se produce colisión. Esto es así gracias a su sistema de anclaje que apenas permite que el perro pueda moverse. Su precio está en torno a los 8 – 10 euros.
3. Transportín sujetos al cinturón de seguridad. Tiene como principal inconveniente su posible ruptura de los puntos de sujeción del cinturón al que se sujeta.
4. Transportín en el maletero del coche. Sólo se usa, especialmente, para perros de gran tamaño. El transportín se coloca en el maletero en posición transversal al sentido de la marcha. En caso de haber un accidente, cabe la posibilidad de que los ocupantes del vehículo de las plazas traseras sufran un accidente.
Fuente: Consumer