Carreteras con placas solares en vez de asfalto.
Ya hemos informado en este blog sobre varias líneas abiertas en el tema del tipo de carreteras. Desde carreteras musicales en China hasta carreteras pensadas para la recarga de coches eléctricos. Pero desde los Estados Unidos y desde hace varios años, que se está generando un frente nuevo. Se trata carreteras provistas de paneles solares que por un lado abastecen con energía y por otro lado, según sus impulsores, se ahorra en petróleo e incluso se llegan a evitar accidentes.
Este concepto quizás no sea tan abstracto como suena. Pues la idea es bastante simple. Se trata sencillamente de colocar paneles solares a lo largo de la misma carretera para así poder acumular y alimentar la red eléctrica con energía solar. De esta manera no solo se pueden recargar con facilidad vehículos eléctricos sino que se ahorra en asfalto para el cuál se necesita petróleo.
El quid de la cuestión está en al adherencia. Los Brusaw (un matrimonio de los EE.UU.), impulsores del proyecto, dicen que el tema de la adherencia es el principal reto a superar en éste tipo de carreteras. La adherencia debe de ser igual o incluso mejor que en una carretera de asfalto convencional. También con lluvia.
Para ello los Brusaws se han puesto manos a la obra y financiados con 750.000 dólares de fondos públicos han puesto en marcha un proyecto piloto. En su ciudad natal, Sandpoint en Idaho, han equipado una plaza de aparcamiento con estos módulos solares. El desarrollo del ingenio pasa por inventar exprofesamente un tipo de material adherente que se situaría como primera capa encima de los módulos solares.
De las investigaciones han creado un tipo de «cristal» tan duro como el acero y que no es liso. El montaje de un módulo solar es relativamente sencillo y está formado por tres elementos. En la parte de superior una capa dura que incorpora los módulos solares, luces LED y calefacción. Una segunda capa con un sistema electrónico de control. Y una tercera capa a través de la cuál se acumula y transmite la energía a la red principal.
Este proyecto piloto puede llegar a ser sin duda una revolución. Sí la tecnología correspondiente pasa por las pruebas iniciales del proyecto prácticamente no habría ya nada en contra. Tan solo tiene un gancho: el coste. Actualmente los módulos solares tienen un precio de hasta tres veces superior que las carreteras convencionales.
