Cadillac Ranch, un curioso tributo al Cadillac
En la mítica Ruta 66 que atraviesa Estados Unidos hay una atracción perfecta para los aficionados a los coches, aunque puede resultar algo doloroso lo que ofrece al visitante: un enorme monumento al aire libre formado por diez Cadillacs de diferentes épocas, rescatados del desguace y semienterrados en la arena del desierto. Se llama Cadillac Ranch.
Los creadores de este peculiar monumento fueron Chip Lord, Hudson Marquez y Doug Michels, tres artistas que en 1974 decidieron rendir de esta forma un tributo a la evolución de los Cadillac entre 1949 y 1963. Todos los coches tienen el capó y las ruedas delanteras enterrados y se encuentran inclinados en el mismo ángulo que la Gran Pirámide de Giza. ¿por qué? No se sabe, pero si sirve de pista basta recordar que esto se hizo en los años de la psicodelia, el movimiento hippy y el auge de la experimentación con drogas.
Visitar Cadillac Ranch
Cadillac Ranch se encuentra en los alrededores de la localidad de Amarillo (Texas) en terrenos de propiedad privada, aunque las visitas se permiten siempre, sin tener que pagar entrada, e incluso se anima a los turistas a dejar su huella con el spray de pintura.
Por desgracia, además de curiosos, aficionados al motor y amantes de estos emblemáticos coches, en estos 40 años Cadillac Ranch ha recibido también la inevitable visita de vándalos que se han llevado algunas piezas y han causado desperfectos en los vehículos.
Por desgracia para los entusiastas de los Cadillac clásicos, resulta difícil identificar los modelos, debido a su estado de deterioro. Sin embargo, vale la pena pasar por aquí aunque tan solo sea para disfrutar de la visión de esos viejos coches americanos clavados en el suelo en medio de la nada es impresionante.
Fotos – One Man’s Blog
