BMW 02 Reminiscence Concept, el regreso del coche eléctrico de la Olimpíada de Munich 1972
|En 1972, BMW presentó el 1602 Elektro-Antrieb, un curioso modelo cien por cien eléctrico para ser presentado con ocasión de los Juegos Olímpicos de Munich, Alemania. Aquel sería el primero de una larga serie de prototipos totalmente eléctricos que culminó en el primer EV de producción de la marca, el BMW i3 lanzado por fin en 2013.
En la Olimpíada de Munich BMW usó dos 1602 Elektro-Antrieb como vehículo de apoyo en varios eventos de larga distancia como la prueba de maratón. Sin embargo, el modelo nunca pasó a la fase de producción. ¿Qué pasaría si alguien intentara recuperar la idea?
El famoso diseñador David Obendorfer asumió esta tarea de «resucitar» este icónico vehículo. El resultado, como podemos apreciar en las imágenes, es el BMW 02 Reminiscence Concept, que rinde homenaje al primer proyecto de cero emisiones del fabricante y al mismo tiempo lo actualiza para darle la bienvenida al siglo XXI.
El primer coche eléctrico de la marca alemana cambiaba el motor de combustión interna, por otro eléctrico montado en la parte delantera que impulsaba el eje trasero. Producía apenas 32 kW (43 CV), que sin embargo bastaba para acelerar de 0 a 48 km/h en 8 segundos y para alcanzar una velocidad máxima de 100 km/h. Y aunque en apariencia el modelo nuevo es muy parecido al clásico, los detalles son muy diferentes.
Según explica el propio David Obendorfer, «el objetivo no era recuperar todas las características del diseño característico a cualquier precio, sino construir una reinterpretación respetuosa y, sobre todo, más simple (…) Tanto el diseño exterior como el interior intentan mantenerse alejados de superficies complicadas y líneas ocupadas, explorando una tridimensionalidad suave, que de alguna manera puede comunicar cero emisiones».
El trabajo es bastante bueno, aunque es imposible saber si existe alguna probabilidad de que el BMW 02 Reminiscence Concept vaya a pasar a formar parte de la gama eléctrica de BMW en un futuro próximo.
Fotos – David Obendorfer