Aventador J, una obra de arte
|Todos los que vieron el Lamborghini Aventador J en el pasado Salón de Ginebra de 2012 lo pueden confirmar: no se trata de un simple coche deportivo, sino de una verdadera pieza de arte contemporáneo. Con un plus muy atractivo: un corazón de 12 cilindros que de hecho ya está presente en el coupé, y con algo menos también: el coche no tiene techo ni parabrisas.
Una línea que corta el aliento
Puertas en forma de élitros, líneas abiertas como las de un arco y estructura compacta, integralmente realizada en fibra de carbono, el Lamborghini no se ha privado de nada en su última versión. Pero lo que distingue al Aventador J es la ausencia de parabrisas, un concept de una audacia inusitada a ese nivel de potencia.
En términos de diseño, el resultado es espectacular, y más todavía que por su diseño futurista, por el lado exclusivo y radical de su línea absolutamente impresionante. Incontestablemente, el Aventador J marcará una fecha en la historia de la marca.
Sensaciones únicas
Retomando el V12 del coupé, que desarrolla no menos de 700 caballos a 8.500 rv/min, la última realización de los ingenieros de Sant’Agata Bolognese supera alegremente los 300 km/h.
Para transmitir esta fuerza, el conductor, o más bien el piloto, de este sublime Lamborghini tendrá a su disposición cuatro ruedas motrices en continua vigilancia electrónica, así como una caja de velocidades robotizada de última generación, llamada ISR. Nada está de más para garantizar la potencia del toro en medio de las turbulencias.
Foto – LaPatilla