Las autopistas de peaje, una de las damnificadas por la crisis
|
Durante las últimas semanas hemos visto como las autopistas de peaje se han visto también afectadas por la crisis económica, como es el caso de la autopista de peaje AP-36 (gestionada mayoritariamente por Ferrovial y Sacyr) que el pasado mes de octubre de 2012 solicitaba el concurso de acreedores con 522 millones de euros de deuda. La autopista AP-36 que pasa entre Ocaña (Toledo) y La Roda (Albacete) justificaba esta situación por la drástica reducción del número de vehículos.
Pero, esta AP-36 no es la única autopista de peaje en solicitar el concurso de acreedores aunque sí la más reciente. La autopista de Cartagena-Vera también solicitaba el concurso de acreedores por una deuda de 550 millones con la esperanza de refinanciar su deuda bancaria. La autopista de peaje Radial 4 también solicitaba concurso de acreedores con 575 millones de deuda, así como Accesos de Madrid, la empresa concesionaria de la Radial 3 y la Radial 5 de Madrid, con una deuda acumulada de 666 millones.
Son varios ejemplos de lo que queda por venir porque la situación no va a mejorar significativamente en el más inmediato corto plazo; según los datos de Fomento, en el primer trimestre sólo circularon 43.451 vehículos a diario, una cifra que no se registraba en España desde hace catorce años.
Ahora nos llegan datos realizados por un portal de Internet, Coches.net quienes han realizado una encuesta entre usuarios habituales de las autopistas de peaje sobre el uso de las mismas. El primer dato que se estrae es esclarecedor; el 69,4% de conductores han dejado de usar las autopistas de peaje desde que empezó la crisis. Un hecho que constatan los propios conductores, puesto que el 58,6% asegura que ahora en las carreteras sin peajes se producen más atacos y hay más tráfico.
Preguntados acerca del precio de las autopistas de peaje, la respuesta es unánime: son muy caras. Hasta un 97,7% de los usuarios habituales consideran un precio totalmente desorbitado, al tiempo que se manifestaban en contra de que se instalen más peajes en vías que son de libre circulación hasta el momento, negándose en este aspecto hasta un 89,22% de los encuestados. Lamentablemente, no se tendrá en cuenta la decisión pública para tomar la decisión o no, pero lo que está claro es que en la España actual, las autopistas de peaje dejaron de ser un negocio hace mucho y les costará volver a retomar la senda de beneficios.