Bolsamania

Atracción sexual por los coches

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Esta semana apareció en algunos medios de comunicación de Estados Unidos la historia casi surrealista de Edward Smith, un aficionado de los coches que ha llevado su pasión más allá de los límites de lo comprensible. Este hombre de 63 años dice sentir una irrefrenable atracción sexual por los coches y asegura haber mantenido «relaciones íntimas» con cerca de 1.000 vehículos.

Por raro que parezca, se trata de una conducta estudiada y catalogada por la ciencia. Los psiquiatras la llaman mecafilia, algo que definen como una obsesión sexual por los vehículos a motor.

Tal vez se trata de otro tipo de trastorno, más relacionado con las ganas de llamar la atención de Edward Smith, que explica sus manías de este modo:  «algunos hombres se fijan en los pechos y en la voluptuosidad de las mujeres. Yo en el morro reluciente de un auto. Sé que a algunas personas les parece raro, pero hay un montón de cosas raras en este mundo. No estoy haciendo daño a nadie». En cualquier caso mejor no imaginar a qué se refiere exactamente con eso de que ha mantenido relaciones íntimas con un millar de coches. Cuanto menos detalles sepamos, mejor.

No solo sexo, sino amor

5c6daa76-b18a-409b-ae3f-85f8c5d48ead_zpsa7aaef8cAdemás, a Smith no le gusta nada el adjetivo de «mecafílico», él se considera a sí mismo un enamorado de los coches. ¡No es solo sexo! De hecho, asegura que por fin ha encontrado el amor en un precioso VW Beetle al que ha bautizado como Vanilla. El coche que le ha robado el corazón.

Después de una vida de romances con varios Mustangs, un Jaguar e incluso aviones, trenes, helicópteros militares y miniaturas de vehículos ahora por fin sienta la cabeza junto a Vanilla. “Cuando le acaricio siento una poderosa energía -asegura Smith- pero a la vez me siento muy triste porque sé que no puede hablar conmigo“.

¿Obsesión enfermiza, trastorno mental o simplemente ganas de llamar la atención? Aquí tenéis un vídeo de este peculiar amante de los coches par aque cada uno saque sus propias conslusiones.

Fotos – Huffington Post