Bolsamania

Fon de Portago, pionero español de la F1

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Ya hablamos en este blog hace unos meses de los pioneros españoles en la Fórmula 1 (ver Chico Godia, el primer piloto español de la F1) . Hoy toca hablar de otro gran piloto, Alfonso de Portago, aristócrata y amante de la velocidad cuya prometedora carrera se truncó a causa de un accidente mortal en la Mille Miglia de 1957.

Un aristócrata al volante

por12Viajamos a una época en la que sólo los muy adinerados podían permitirse un hobby tan caro como el de pilotar coches de competición. Y para Alfonso de Portago, mejor dicho, Alfonso Antonio Vicente Eduardo Ángel Blas Francisco de Borja Cabeza de Vaca y Leighton, VIII Marqués de Portago, el dinero no era problema.

Pero además de dinero, para saltar a la élite de la F1 hacía falta algo más: talento. De eso Fon de Portago también iba sobrado.

Así que, después de un encuentro en 1953 en Nueva York con Luigi Chinetti, éste le convenció para probar suerte en el mundo del automovilismo. Así lo hizo, participando en varias carreras en Europa y América, haciendo sus primeras armas y reuniendo méritos (e influencias) para que Enzo Ferrari lo incluyera en su equipo de F1, algo que conseguiría finalmente en 1956.

Gloria efímera y una trágica muerte

De repente, el piloto español se encontró compartiendo equipo con leyendas como Peter Collins o Juan Manuel Fangio, debutando en el GP de Francia de 1956. Solo dos semanas después firmaría la carrera que le iba a consagrar como uno de los grandes. Fue en Silverstone, donde a los mandos de su Ferrari D50 subió al podio después de tener contra las cuerdas al mismísimo Fangio. El argentino reconocía justo después de cruzar la meta que Portago era el verdadero vencedor.

portada-diarioResulta especialmente doloroso saber que Portago iba a disputar aquel funesto 12 de mayo la Mille Miglia de 1957 obligado por Ferrari. Como una premonición, solo cuatro días antes había dicho: «Quiero ser campeón del mundo, pero pase lo que pase, dejaré de correr a los 35 años. Hay muchas otras cosas que me gustaría hacer y aunque llegase a tener cien años, no haría más que una quinta parte».

El accidente fue extraño y pavoroso. Cuando marchaba a más de 250 km/h en la larga recta de Guidizzolo, perdió el control de su coche a causa de un reventón, arrollando a los espectadores que se encontraban en la cuneta antes de estrellarse violentamente.  Portago murió en el acto y su copiloto Ed Nelson, con gravísimas heridas, unas horas después. Además, nueve espectadores fallecieron, algunos de ellos niños, y otros treinta resultaron heridos. La prensa italiana de al época cargó sin piedad contra la prueba y sus organizadores.

Quién sabe hasta dónde habría podido llegar Portago en el mundo del automovilismo si no hubiera muerto en aquel fatídico accidente. Su carrera fue breve pero fulgurante, pasando a ser el primer gran mito español de la F1.

Fotos – Elenaferrari.net