Bolsamania

Carlos Gracia, después de su positivo: «Yo no tengo cuentas en Suiza»

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No corren buenos tiempos para los cargos públicos, al menos en cuanto a conducción se refiere. Después de unos cuantos incidentes protagonizados por futbolistas profesionales, el colmo ha sido el positivo por alcoholemia del presidente de la Federación Española de Automovilismo, Carlos Gracia. Durante la madrugada del pasado 20 de octubre de 2012, el también vicepresidente de la Federación Internacional dio una tasa de 0,60, lo que implica la retirada del carné de conducir por ocho meses. “La verdad es que no suelo coger el coche mucho y además en Zaragoza suelo tener un taxi que me lleva y me trae a los sitios y en otros casos llego, lo dejo en la puerta del hotel y no lo vuelvo a coger, pero ese día era el cumpleaños de mi hermana y me convencieron para que fuera”, explicó lo sucedido Gracia al diario ‘As’.

Si cuando se trata de una figura pública el ejemplo es nefasto, cuando quien infringe la ley vial es el presidente de la Federación de Automovilismo, el asunto cobra unos tintes realmente dramáticos. “No estoy avergonzado, creo que soy una persona normal y es algo que le puede pasar a cualquier persona normal, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Asumo mi error porque ha sido un error y asumo también la sentencia. Lo que sí puedo asegurar es que no se repetirá”, se justificó. Recordemos que Gracia ostenta su cargo desde el año 1984, siendo el decano de todos los presidentes de las diferentes federaciones deportivas nacionales. Por eso, se entiende aún menos que pueda cometer este tipo de deslices, que ponen en peligro la integridad física de los demás conductores.

Sin embargo, este traspié no es algo aislado en el historial de Carlos Gracia. “Otra vez tuve retirado el carné durante un mes por exceso de velocidad”, reconoció el presidente en esa misma entrevista. Sea como fuere, en ningún momento se plantea la dimisión arguyendo un curioso argumento: “No pienso permitir que me juzguen dos veces, ya lo han hecho, acato la sanción. No tiene nada que ver, yo no tengo cuentas en Suiza ni nada por el estilo. He cometido una infracción de tráfico y no voy a aceptar más juicios paralelos”. En resumidas cuentas, estamos sumidos en una época negra, en la que las cabezas visibles de la sociedad encarnan todo lo nocivo. Si alguien quiere saber qué es lo correcto, que no ponga la televisión.