Despedida triunfal de Fernando Alonso en Montmeló
Pues parece que Fernando Alonso va en serio. En las últimas semanas se ha estado fraguando la idea en la mente de muchos aficionados de que este año iba a ser el definitivo, el año en que Ferrari derrotara a Red Bull, el año en que el asturiano pasara por encima de Sebastian Vettel. Y, por el momento, los presagios se están cumpliendo. Aunque no debemos olvidar que estamos en pretemporada y que la cautela al sacar las conclusiones es obligada, lo cierto es que el ‘Guaje’ se ha marcado un debut muy alentador en Montmeló, destacando sobre todo en su último día. La despedida, así pues, fue genial.
El jueves ya no estaba en la pista Vettel por parte del gigante austriaco, con lo que todas las miradas se posicionaron en Fernando Alonso. No en vano, tanto Mark Webber como Jenson Button (por parte de McLaren) realizaron un simulacro de carrera y se olvidaron de los tiempos. No fue el caso de Alonso, que realizó un extraordinario registro de 1:21:875 en las tandas cortas, guarismo que se quedó como el mejor del día. De esta manera, el emblema del equipo del ‘Cavallino Rampante’ logró el segundo mejor crono de todos los entrenamientos realizados en el circuito de Barcelona, únicamente superado por Sergio Pérez.
Si realizamos una comparativa entre los dos máximos favoritos al título, cabe resaltar que el teutón fue tres décimas más lento que el asturiano. Conviene tener en cuenta, además, la actitud de Alonso, que eligió lanzar un mensaje en su última participación en Montmeló. Su tiempo fue una suerte de golpe en la mesa que únicamente confirma la teoría de algunos expertos: esta temporada puede ser la esperada, en la que el ‘Guaje’ consiga su tercer cetro Mundial. Y es que se nota que las sensaciones desde Maranello son distintas en esta ocasión. Aunque el equipo técnico suele optar por no lanzar las campanas al vuelo, en el ambiente se respira optimismo ante lo que podría ser una gesta histórica. Veremos lo que pasa en Australia, pero esto tiene muy, muy buena pinta.
En otro orden de cosas, no hay que perder de vista a los monoplazas de McLaren y Lotus. Sobre todo centrémonos en los coches de la escudería británica, en la que Sergio Pérez se ha destapado como una de las grandes sorpresas de lo que llevamos de pretemporada. Mercedes y Williams están un paso por detrás, pero también pueden dar guerra.
