Los coches conectados se confrontan con un viejo problema
|Las empresas desarrolladoras de vehículos autónomos y de tecnología de vehículos conectados se están encontrando con un viejo problema que mucho tiene que ver con la electrónica: hablamos de las interferencias provenientes de otros dispositivos inalámbricos.
Éstos dispositivos emiten las llamadas interferencias electromagnéticas y es un problema que viene de lejos. Al comienzo de la era radiofónica ya se detectaron interferencias y éste es un problema que actual se traduce un impacto significativo en los chipsets de ordenadores. Los investigadores intentan a día de hoy aislar el problema en cuanto a vehículos conectados se refiere.
Desde la Florida Polytechnic University dicen: “piénse usted en todos los dispositivos radiofónicos que hay ahí afuera, la consecuencia es una continuidad de retos importantes“.
La problemática relativa a vehículos conectados saltó a la palestra reciéntemente cuando una subsidiaria de Intel, dedicada a la investigación de tecnología autónoma, comenzó con pruebas sobre el terreno en Jerusalén para una conferencia de prensa y el coche se salto un semáforo en rojo.
La empresa subsidiaria de mano de su CEO apuntó a la señales inalámbricas de las cámaras de una estación de televisión cercana. Éstas interrumpieron las señales del transpondedor del semáforo. “Fue una situación realmente único, nunca pudimos imaginar que esto ocurriera“.
No obstante, la gran mayoría de fabricantes han encarado la problemática de las interferencias electromagnéticas. Identficar la problemática no es fácil, los coches equipan muchos ordenadores y conexiones, los ingenieros siempre tienen problemas para identificar la fuente de la interferencia. Además multitud de tecnología inalámbricas que se solapan complican el reto.
Los reguladores de la Comisión Federal de Comunicaciones ya afrontaron el escollo hará una década reservando el espectro radiofónico de 5.9 GHz únicamente para aplicaciones de seguridad de vehículos mediante sistemas de mensajes cortos.