El timo de la rotonda
|Ya lo avisamos en su día (ver Cuándo saber si los accidentes son provocados), las rotondas las carga el Diablo. Concebidas para hacer el tráfico más fluido y sencillo, a veces se convierten en puntos negros donde puede pasar cualquier cosa: choques fortuitos, malentendidos… E incluso timos.
También en este blog nos propusimos aclarar de una vez por todas quién tiene preferencia en las rotondas, así como la forma correcta de entrar y salir de ellas. Por desgracia, no todo el mundo lee las noticias de kmph.es y no pueden evitar caer en esta trampa, que ya ha sido bautizada como «el timo de la rotonda».
En qué consiste el engaño
El procedimiento es sencillo: el timador se pone a dar vueltas y vueltas a la rotonda por el carril externo. Desde la distancia, se podría decir que se trata de un conductor torpe o muy indeciso, pero no: sólo está esperando pacientemente el momento de actuar.
Entonces aparente frente a él un vehículo que circula por el carril interior y señaliza con el intermitente que va a girar a la derecha para tomar la salida. En ese instante el estafador acelera para provocar el contacto. Un choque pequeño, sin consecuencias graves, pero que con el código de la circulación en la mano no deja lugar a dudas: la culpa es del coche que circulaba por el carril interior.
Para evitar que la Policía acuda a formalizar el atestado, el «infractor» (pongámoslo entre comillas) accede a firmar un parte amistoso de accidente. Para entonces el estafador ya ha llamado a una ambulancia para ser llevado a un centro médico y alegar un parte de lesiones con el que pueden reclamar una indemnización a las compañías aseguradoras.
No son casos aislados. La Guardia Civil ya ha detectado varios grupos organizados que han conseguido obtener jugosas indemnizaciones en metálico mediante esta práctica fraudulenta, ocasionando además cuantiosas pérdidas a las aseguradoras en forma de gastos médicos y bajas laborales.
Fotos – La Voz de Galicia