Mercedes E350d: por el camino de la conducción autónoma
Un viaje en el Mercedes E350d pone al conductor ante la elección de conducir los 258 caballos de manera propia o dejarse llevar cómodamente. Ambas elecciones son fascinantes a su manera.
La clase E de la casa Mercedes tiene que saber hacer mucho o mejor dicho, lo tiene que saber todo lo que un conductor quiere. Se trata de uno de los modelos más importantes de la multinacional y tiene que gustar a la primera. El interior del modelo top, el E 350d, no tiene que desdeñar nada al exterior del mismo. Pero junto a unos asientos de cuero monumentales, unas entradas de aire cromatizadas o el enorme techo panorámico hay algo que sobresalta de manera imperante: el habitáculo. Dos impresionantes monitores de alta resolución posicionados horizontalmente junto a un potente equipo de sonido resaltan sobre todo lo demás.
Los monitores configurables no solo ofrecen sensaciones espectaculares de cine sino que también una imponente estructura de sistema. Un sistema gráfico de imágenes y datos que primero hay que recabar. Desde un sencillo menu de navegación hasta muchas y distintas vistas de las no pocas cámaras instaladas alrededor del coche. Todo esto pasando por distintas formas de conectividad con el smartphone.
El Mercedes clase E nuevo ofrece a día de hoy, unas primeras sensaciones de cómo podría ser el coche autónomo del futuro. En tráfico urbano se pasa por el regulador de distancia que marca un velocidad límite de 50 km/h o por el asistente de carril hasta el aparcamiento mediante smartphone con el conductor fuera del coche.
Si no fuera por el tres litros V6 diesel que en caso de necesidad ofrece hasta 258 caballos transmitidos al eje trasero yo creo que no habría grandes preocupaciones para un conductor de la clase E 350d.
