Jaime Alguersuari lucha por volver al ruedo
El mundo de la Fórmula 1 es competitivo y cruel. El asfalto cada año devora numerosos pilotos, muchos de ellos con capacidades suficientes para pilotar un monoplaza de competición. Uno de ellos es el español Jaime Alguersuari, que ha aprovechado su tiempo en el exilio para dedicarse en cuerpo y alma a la mesa de mezclas. No obstante, su faceta de deejay, como ha reconocido ya en algunas ocasiones, no le termina de llenar. El catalán tiene mucho mono de carretera, de enfundarse de nuevo los guantes para guiar un volante y ahora las circunstancias del paddock le otorgan una nueva oportunidad.
Eso sí, no va a ser sencillo. Ahora mismo existen dos plazas libres que Alguersuari puede ocupar: las de Charles Pic en Caterham y Paul Di Resta en Force India. Quizás esta última sea la más accesible para el español. Fichar por la escudería india supondría para el ex de Toro Rosso la oportunidad de regresar a la competición. A sus 22 años, Jaime todavía dispone de tiempo suficiente como para poder llegar a codearse con los mejores. No hay que estamos hablando de un deporte que tiene una vida para el deportista bastante más larga que otros. No es extraño, por ejemplo, que un corredor llegue a su madurez profesional a la edad de un servidor (28 años).
Pero Alguersuari no las tiene todas consigo. Es consciente de que en este mundo la pasta tiene un gran peso. De hecho, el barcelonés se ha quejado reiteradamente de esto: de forma injusta, muchas veces hay más oportunidades para pilotos peores técnicamente, pero con un gran colchón monetario detrás. Por eso, integrantes del paddock como Adrian Sutil o Bruno Senna se presentan como rivales peligrosos para el español por las cotizadas plazas. A estos nombres habría que añadir el de Sebastian Buemi, éste con menor poder adquisitivo.
Aunque sé que en este país donde el éxito nacional a veces escuece de forma incomprensible existe un sector que no tiene en muy buena estima a Alguersuari, yo rompo una lanza a favor del corredor catalán. Desgraciadamente para el automovilismo español Pedro Martínez de la Rosa está disfrutando de sus últimos años al mando de un monoplaza, por lo que sería muy saludable que Alguersuari volviera al ruedo. Muchos piensan que es un niñato engreído y prepotente. Lo cierto es que la actitud de su progenitor no ayuda demasiado. Pero yo creo que tiene talento. Y eso debería ser lo más importante.
