Maserati Levante: competidor del Cayenne con ciertas debilidades detallistas
La batalla en el segmento de los premium SUV esta dada. El Maserati Levante puntúa con elegancia italiana y sensaciones dinámicas convincentes pero tiene ciertos detalles de debilidad.
Impone una parrilla de ventilación con sus ocho láminas en cromo. El Maserati cuenta con suspensión neumática posibilitando diferentes alturas de la carrocería. Según cada modo de conducción y velocidad, el SUV adapta la altura. En términos generales, la distancia al suelo es de 207 milímetros. Se puede elegir entre seis modos de conducción: desde normal hasta muy deportivo pasando por off road.
La motorización tiene toques de deportividad. Un V6 gasolina con 430 caballos desarrollado en conjunto con Ferrari, propulsa los 2.109 kilogramos de vehículo. En tan solo 5,2 segundos la versión top del Levante llega a los cien kilómetros por hora. Tiene un par motor de 580 Nm puestas a disposición en las 1.750 revoluciones. La velocidad máxima es de 264 km/h.
El resultado de una técnica perfilada, de masa cerebral y de emociones acústicas es ansia devoradora de curvas que se le acerca al Porsche Cayenne. A esto ayuda un reparto perfecto del peso 50:50 que hacen del Levante un esquiador campeón del carving. Tan solo la dirección deja de desear en el paquete de agilidad. Si bien es directa, es demasiado sensible y le falta respuesta. No obstante es interesante en caso del diesel de 275 caballos y debido al peso adicional del motor sobre el eje delantero, la dirección menos pastosa.
