Nuevo Bentley Mulsanne
|6 años hace que Bentley no había tocado al Mulsanne, en realidad desde su lanzamiento en 2010. El privilegio del lujo, diremos, puesto que en segmentos populares, este lapso de tiempo sería una eternidad. El Salón de Ginebra verá por lo tanto a un Mulsanne de nuevo estilo acompañado al nuevo Flying Spur V8 S.
Una calandra diferente
En esta nueva versión, se da carpetazo a la calandra inclinada y más bien discreta del antiguo Mulsanne. De ahora en adelante, el Mulsanne dispondrá de una parte delantera que rinde homenaje a los modelos de los años 30.
Alrededor de esta calandra, que no deja indiferente, los faros se han convertido en focos de tamaños muy diferentes, una herencia del Bentayga, el último SUV de la gama.
Para el resto, si dejamos de lado los toques de cromo suplementarios, el Mulsanne evoluciona muy poco. El escudo ha sido diseñado ligeramente de nuevo, mientras que el diseño de los faros recuerdan al B de Bentley. Destaquemos, en cualquier caso, que una versión EWB, con unas medidas de 25 centímetros de más, hace su aparición.
Habitáculo y motorizaciones
En el habitáculo, sólo el sistema de entretenimiento se ha actualizado. La pantalla aumenta de tamaño en 8 pulgadas y el disco duro pasa a 60 G. La gestión de las luces se hace automáticamente y la vigilancia de los ángulos muertos forma parte del conjunto.
Debajo del capó, el V8 del Bentley Mulsanne tiene una capacidad de 6 litros para 512 caballos. Sin embargo, es más ecológico tal y como pretenden los ingenieros, puesto que las emisiones de CO2 se han visto reducidas de 50 g/km, con 342 g/km, en vez de 393g/km en la antigua versión.
Foto – Greenluxcar