Mercedes GLE 400 4matic: no tiene que ser siempre diesel
|Cuanto más grande – siempre diesel, un hecho que viene siendo la norma en la liga de los todorrenos de altas categorías. Aquí ya no se interesa prácticamente ningún cliente por un SUV de gasolina. Pero el Mercedes GLE 400 4matic demuestra que no siempre tiene que ser diesel.
Diesel y SUV – esto viene siendo un matrimonio acordado desde hace unos años. Para áquel que se acomoda en un BMW X5, un Mercedes GLE/ML, un Range Rover o un Audi Q7 solo entra en consideración, sin tener en cuenta la liga de las versiones de alto rendimiento de más de 500 caballos, al menos en Europa un diesel. Esta estrecha relación tiene sus motivos. La combinación de mucho peso, tracción a las cuatro ruedas obligatoria, equipamiento lujoso y un frontal potente dispara el consumo por encima de la marca de los 10 litros.
El potente Mercedes GLE 400 4matic de 4,82 metros de largo es lo más moderno que Mercedes tiene para ofrecer en gasolina. Alrededor del agregado más moderno se tiene el conocido concepto ML, con finuras ópticas y un nuevo interior. La oferta de espacio, los acabados y el manejo son aparte del poco convincente pulsador – girador con brazo táctil, estelares. En el fondo los reposacabezas podrían ser un poco más grandes y que su función principal no fuera únicamente desaparecer en la bancada trasera. Esto le sale mejor a otros fabricantes con reposacabezas funcionalmente completos.
El volumen de carga abarca desde los 690 litros hasta los 2.010 litros. Para áquel que el confort sea de mucha importancia o áquel que viaje a menudo con carga completo o remolque, debería de decidirse por una suspensión neumática recomendada (2.034 Euros). El paquete sería más perfecto con el estabilizador activo de tambalaje. Cuesta una cifra astronómica de 3.748 Euros.
Llegados a éste punto uno se plantea la pregunta de porqué no dejarse seducir por estos lares aparte de las versiones AMG y M por un gasolina? El Mercedes GLE 400 4matic sin duda alguna es un coche que con sus rendimientos abre el apetito por el diesel. El sobrealimentado V6 gasolina como predecesor del ML genera de sus tres litros una potencia de 333 caballos. El par motor máximo de 480 Nm se ubica entre las 1.600 y 4.000 vueltas. Todo esto se obtiene sin el traqueteo nervioso y cacareante que se le supone a un poco equilibrado GLE 250d con 204 caballos sino que hablamos de una combinación relajada de acciones aplicadas y un funcionamiento de seda de un seis cilindros. El GLE 400 acelera de cero a cien en 6,1 segundos.
El motor de éste 400 brilla no solo con un funcionamiento soberano y un par motor satisfactorio sino que cuenta con un desarrollo de potencia que sin lugar a dudas marca la diferencia con la mayoría de los agregados diesel a partir a mitad de revoluciones. El sonido de éste tres litros de seis cilindros queda aquí sorprendetemente tranquilo, el empuje para adelante también es en altas potencias impresionante. Con 160 o 180 km/h por autopista y con apretón de pie sobre el acelerador el conductor se moverá cómodamente hacia delante. A más altas velocidades, más combustible tragará éste nueve litros a los cien que deja de ser la realidad. En la práctica el consumo medio es de doce litros. Que no sea menos también es responsabilidad del cambio automático de siete marchas que tiene sus problemas cuesta arriba o cuesta abajo con la selección de la marcha adecuada y que no acaba de mantener el tipo con los cambios más modernos de ocho o nueve marchas.