Mercedes GLS, la Clase S de los SUV

Pocos meses después de la transformación del ML en GL para adaptarse a la nueva nomenclatura de la marca, el imponente GL se convierte en GLS, con algunos ligeros retoques para poder hacer frente al nuevo Audi Q7 y al Range Rover.

Con la multiplicación de familias de modelos en la gama de los fabricantes alemanes, termina por ser más difícil escoger un vehículo. El año pasado, Mercedes decidió renovar las apelaciones de sus SUV, de hecho todas compuestas de la raíz GL y de un sufijo correspondiente al de las berlinas. La clase A, ya dio lugar a un GL A, el GLK fue reemplazado por el GLC, el ML se convirtió GLE y ahora le toca al GL adoptar ese final para afirmar su nuevo look.

Al igual que en el caso del GLE, la operación se debe a un cambio de estilo en la segunda generación de GL, que por su parte evolucionó suavemente con relación al primer nombre, llegado en 2006, versión larga del ML, con un volumen alargado en 16 centímetros con relación a este último. La línea general no cambia, siempre tan masiva y angulosa. Solamente la parte delantera evoluciona con unos faros que evocan a los de la Clase S para justificar este cambio de nombre.

La carrocería del vehículo es una de las más imponentes del mercado, por delante de los 5 metros de un Range Rover, y los 5,05 metros de un Audi Q7, y justo por detrás de un Bentley Bentayga. Este vehículo ofrece por lo tanto 7 plazas auténticas.

Debajo del capó no encontramos muchos cambios. La gama del motor es prácticamente idéntica, GLS 350 BlueTEC, GLS 400, mientras que el GLS 500 gana 20 caballos y el GL 63 AMG, 28 caballos. Los consumos han sido ligeramente optimizados para el conjunto de los modelos con relación al GL.

Por supuesto, el GLS hereda todos los últimos avances de ayuda a la conducción. El vehículo estará disponible por encargo, y su llegada a los concesionarios está prevista para marzo de 2016.

Foto – 2016hybridcars