La realidad actual de la pila de combustible

El tema del hidrógeno es una historia interminable. Desde hace más de 15 años que se habla siempre por ciclos de la pila de combustible como solución mágica pero sin éxito. Ahora salen los primeros coches de serie, realidad o ficción?

Cada cierto número de años la historia se repite: se vuelve a hablar sobre la pila de combustible. No existe fabricante importante que en los pasados años no haya intentado apuntarse un tanto en la solución más limpia del mercado. Mercedes bombardeaba con el Necar y las clases B muchas ferias durante muchos años, muy seguido por los japoneses que con el desarrollo del hidrógeno se querian posicionar como líderes en la tecnología de las motorizaciones. La realidad es que no se ha materializado nada realmente. Las pruebas si bien en autobuses públicos o por medio de innumerables vehículos prototipo han sido muchas. Una autonomía potente, altas velocidades y poco tiempo de repostaje apuntanban a hechos muy prácticos. Algo que al cliente en la realidad del momento no le ha servido para nada.

Pero tampoco sorprende mucho porque los problemos del desarrollo en este caso concreto no estan en Stuttgart, Tokio o Detroit sino que estan en el lado de las multinacionales energéticas. Estos no estan entusiasmados con la idea de que en un futuro próximo los coches se muevan con hidrógeno. Los negocios del gas van bien y la industria petroquímica tiene buenos motivos para mantener la dependencia del oro negro durante unas cuántas décadas más. A esto se le suman Estados desorientados, Municipios, Comunidades y Ayuntamientos que no tienen interés alguno en montar una red millonaria de recarga de hidrógeno.

Ahora llega Toyota y quiere repetir el éxito del Prius híbrido. Al igual que éste, Toyota celebra con el Mirai su primer coche movido por pila de combustible de hidrógeno. Un coche de diseño abstracto pero no obstante tecnológicamente toda una vanguardia. Un coche con inmensas entradas de aire, ruedas demasiado pequeñas y unas formas raras pero que promete tener una autonomía de 500 kilómetros con un depósito hasta una velocidad de 178 km/h.

Para muchos el hidrógeno es una tontería. Pero es esto lo que muchos fabricantes ahora los mantiene en vilo. Con los primeros híbridos ocurrió lo mismo y por ello que ahora no quieren que les ocurra lo mismo. Sobre todo los fabricantes alemanes han abierto los ojos y desde hace años que han montado grandes departamentos para el desarrollo de la pila de combustible. Porque si bien el Toyota Prius al igual que ocurre con muchos híbridos en Europa, no son coches de mucho éxito no se niega que a corto plazo haya un auténtico boom de ventas. El Prius se vende en los Estados Unidos cerca de 270.000 veces al año, hasta 70.000 vehículos se venden solo en California. Muchos propietarios norteamericanos mantienen el Prius como símbolo ecológico y lo mantienen junto a vehículos de lujo y deportivos, pero esto no solo ocurre en un Estado que cuenta como la octava potencia económica más grande del mundo.

Perder el tren del hidrógeno es algo que no puede ocurrir otra vez. Desde hace años que exiten flotas de coches de hidrógeno y Volkswagen materializa sus vehículos de prueba en un Audi Q7 quattro y un Passat. Coches que en el uso diario dan buenas impresiones al igual que el Toyota Mirai que en Europa costará 78.540 euros.

Al igual que Toyota, otros fabricantes como Hyundai y Honda quieren sacar al mercado coches de hidrógeno. Pero el número de unidades será limitado. Toyota quiere fabricar para finales de 2015 tan solo 700 unidades y para 2017 no más de 3.000. Toyota dice que lo que hace cien años era la gasolina para la humanidad ahora lo es el hidrógeno. Pero necesitará de su tiempo, también han necesitado para el primer millón de vehículos híbridos diez años.

Mientras que Honda y sobre todo Mercedes proclamaron durante años la tecnología de la pila de combustible a los cuatro vientos, la realidad es que ahora Toyota los ha adelantado. Mercedes ha retrasado de nuevo su aplicación en serie de la clase B hasta el 2017 y Honda con su FCV se ha quedado a la sombra del Toyota Mirai.

Otros fabricantes como General Motors o BMW que en el pasado potenciaban también la tecnología de la pila de combustible ahora se han declarado abiertamente al vehículo eléctrico. Primero toca ver como se desarrolla éste mercado para luego pasar al hidrógeno. Cosa que no ven igual los de Toyota para los cuáles el vehículo eléctrico es un trámite antes del hidrógeno.