Nissan Leaf – quiero pero no puedo –
Un vehículo pensado para recorrer distancias cortas de manera muy limpia y con un coche perfectamente resistente. Con precios desde los 29.690 euros por la versión más simple hasta los 36.000 euros por la versión superior. Nissan Leaf es uno más que ofrece la posibilidad de una conducción ecológica si bien no económica. Pero esto último es la realidad de todos los coches eléctricos.
Con más que suficiente espacio y comodidad de los asientos, el Nissan Leaf a diferencia de por ejemplo la clase C de Mercedes ofrece mucho más espacio en la segunda fila de asientos. Cuenta con 4.445 mm de largo que son cerca de 20 centímetros más que en el VW Golf. De lo contrario se remarca la capacidad del maletero. En el maletero cuenta llegado el caso de pedirlo, con el sistema de sonido Bose y por otro lado los cables de envergadura para cargar el coche quitan mucho espacio a su vez. En total son 370 litros de capacidad.
Los valores de rendimiento ciertamente son muy positivos. Con sus 1,5 toneladas de peso ofrece 109 caballos de potencia y un paar de 254 Nm. En comparación con el fabricante Volkswagen, equivale a un motor 1.6 diesel. De los cero kilómetros por hora hasta los cien por hora necesita 11,5 segundos. La velocidad máxima esta regulada electrónicamente en los 144 km/h.
La carga de batería es sencillo, por medio del mando a distancia se abre en la parte frontal la tapa de los puntos de carga. Son dos, uno para carga rápida y otro para carga normal. Una vez desenrollado el cable sólo hay que conectar cada extremo en su enchufe. Uno schuko en la toma de corriente de casa y el otro extremo en el Nissan Leaf. Con doce horas es suficiente para alcanzar la carga máxima en la toma de corriente habitual de 220 v.
Con la carga rápida podemos cargar la batería desde un 30 por ciento hasta un 80 por ciento en menos de media hora.
La problemática del Nissan Leaf como en todos los eléctricos, la autonomía. Si bien la casa Nissan indica una autonomía de 199 kilómetros, quien viaje desde las afueras de Valencia hasta el centro de la ciudad, rápidamente, habrá consumido gran parte de ésta autonomía.
