Guerra dialéctica de presupuestos entre McLaren, Red Bull y Ferrari
Con el Mundial de Fórmula Uno ya finalizado, es momento de hacer balance. Algunas de estas conclusiones han dado lugar a guerras dialécticas, como la acaecida entre McLaren y Red Bull. Primero fue Martin Whitmarsh, el jefe de la escudería británica, el que abrió la veda de hostilidades al afirmar que el equipo austríaco está “distorsionando el deporte” con el gasto que realiza cada año. De hecho, el mandmás, incluso, se anticipó a la previsible repuesta desde el seno de la escudería de la marca de bebidas energéticas: «Vas a ver que sus declaraciones son sólo basura, todo el mundo sabe eso y ellos lo saben también«.
La respuesta de Christian Horner no se hizo esperar. En los últimos años, el jefe de Red Bull ya está acostumbrado a tener que defender sus éxitos conseguidos en el asfalto ante los medios de comunicación. Ocurrió la temporada pasada y ocurre en esta: son muchos los que dudan del verdadero potencial de los pilotos del conjunto austríaco. «Puedo ver por qué la gente tal vez frustrado con los éxitos que conseguimos, pero creo que la competición ha sido muy buena. La forma más rápida de llegar a ser impopular es empezar a ganar, y nosotros hemos ganado un montón de cosas en los últimos años. Es inevitable que sea algo con lo que algunos equipos no se sientan demasiado cómodos«, aseveró Horner.
Otro de los equipos que está en boca de todos sigue siendo, cómo no, Ferrari. La escudería del ‘Cavallino Rampante’ protagonizó una polémica información publicada por ‘Autosport’, en la que se daban unas cifras estratosféricas referidas a su presupuesto. Esto no ha sentado nada bien en Maranello, desde donde no han dudado en responder con premura, aunque sin dar ningún dato concreto: «Cuando acaba el campeonato, llega el momento de hacer balance. Si en lo deportivo basta con mirar la clasificación, en lo económico hay quien se fía de las valoraciones veraniegas, aunque estén hechas debajo de una sombrilla. Así es como, meses después, una reconstrucción del presupuesto de los equipos de Fórmula 1 elaborada por un colaborador de Autosport, se ha convertido en una verdad periodística. Lástima que las cifras citadas sean en gran parte fruto de la fantasía y puedan inducir incluso a los más distinguidos periódicos a sacar conclusiones tremendamente erróneas. Sería fácil desmentir las cifras con hechos, pero la verdad en materia económica debe seguir siendo confidencial: esto también, como la tecnología, es un factor crucial en la competición».
