40 años BMW Serie 7: la eterna segunda posición
No hay otro coche que desde hace cuatro décadas le cree más problemas a la clase S de Mercedes. El lujoso baviero es para muchos el baremo de muchas cosas en la vida. Sólo le falta la razón de primogénito. Feliz cumpleaños!
No fue BMW el descubridor en el año 1977 de la gama del lujo. Ya a finales de los años 30 descubrieron las por áquel entonces gentes de Baviera dedicados más al mundo del avión un vehículo de viaje de lujo para la gama más alta. El 335 con un seis cilindros en línea con 3.5 litros y 90 caballos fue presentado en la London Motorshow.
Fue la segunda Guerra Mundial la que fracturó un posible éxito de ventas. El siguiente intento a comienzos de los años 50 con el legendario ángel bárroco de la línea de modelos 502, un coche que en temas diseño es leyenda hasta el día de hoy pero por áquel entonces fue todo menos un bestseller.
Al encontrarse la República Democrática Alemana a sí mismo en los 70, pasado el milagro económico y soportado la crisis del petróleo BMW quería ser más, más que un simple actor secundario en la historia de los grandes. Medios dinámicos y grandes buenos y bonitos pero las líneas E3 y E9 era todo menos adecuadas para poner en un aprieto al rival más directo de Mercedes Benz.
Se necesitaba un auténtico rival para la clase S. Éste coche es símbolo de la transición de la genética elitista de las berlinas de estrella del cromado W116 a los tiempos modernos de los años 70. Tras actuar Mercedes en cosas berlinas de lujo en solitario a pesar de coches como el BMW 3.3 Li o el Opel Diplomat la trayectoria tuvo un fin en 1977.
Los de Munich sacaron al mercado en la primavera de ese año como sucesor del BMW E3 su primera y auténtica berlina de lujo y marcaron así con el E23 el camino. Un coche que demostraba cuán dinámico se podía conducir en el segmento más alto. Esto se mostraba ante todo en la óptica. Mientras Mercedes metía miedo con sus grandes faros cuadriculares y una imponente parrilla, los de BMW tiraron por un mayor minimalismo.
