Cada vez son más las voces autorizadas que avisan de que la recesión es inminente. Algunos, como Paul Tudor Jones, creen que la economía, de hecho, ya está sumida en un ciclo contractivo. Otros, como Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics, opinan que llegará el próximo año ya que “la única forma de deshacerse de la persistente y obstinada inflación será empujar la economía a una recesión”, algo que “probablemente no ocurrirá hasta la segunda mitad de 2023”.
En una entrevista concedida a ‘CNBC’, el economista jefe de Moody’s ha apuntado que el impacto “más o menos en el mismo tiempo” de los dos “choques masivos de la oferta” que han sido la pandemia de Covid-19 y la invasión de Rusia en Ucrania” hace que sea difícil interpretar los actuales datos macreconómicos.
Asimismo, el experto de la firma neoyorquina ha manifestado que la economía todavía no está en recesión ya que los niveles de empleo, el "indicador más importante" en este sentido, son muy fuertes. Por ello, con una tasa de desempleo del 3,5%, Zandi no cree que dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo sean suficientes para declarar una recesión de la primera economía del mundo.
"Con este tipo de desempleo tan bajo, la inflación va a seguir siendo un problema", ha añadido. Con todo, Zandi también ha advertido que se espera que los despidos aumenten en los próximos meses.
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Paul Tudor Jones cree que ya estamos dentro de una recesión y avisa de más caídasEn este sentido, el economista jefe de Moody’s ha manifestado que la Reserva Federal (Fed) seguirá subiendo los tipos de forma agresiva en su intento de domar la inflación, pero también el ajustado mercado laboral estadounidense. Cabe recordar que la lectura del IPC de septiembre fue peor de lo esperado por el mercado, que ya descuenta que el banco central acometerá una cuarta subida consecutiva de 75 puntos básicos.
Según registraron las actas de la reunión de septiembre, los miembros votantes de la Fed pronosticaron que los tipos de interés alcanzarían el 4,4% en 2022 y tocarían el máximo del 4,6% para 2023. “Nuestro rápido ritmo de aumento de las tasas ha acelerado nuestra llegada a una postura tan restrictiva”, ha señalado recientemente Chris Evans, presidente de la Fed de Chicago, quien también ha reconocido que la inflación “bajará, pero no cerca de nuestro objetivo”.
Por último, Zandi ha opinado que los estadounidenses deberán “gastar, ahorrar e invertir de la misma manera que lo hacen habitualmente”, pero con una mayor cautela, de cara a esta inminente recesión. “No necesitan correr hacia los búnkeres. Aunque quizás si deban mantener una mano en la puerta para estar sanos y salvos”, ha sentenciado.