La renta variable han registrado un buen comportamiento en el primer semestre de 2024. Y, aunque, la segunda mitad del año ha comenzado con algún que otro susto, como el 'Lunes Negro' que vivieron las bolsas a principios de agosto, todo parece indicar que el crecimiento continuado de los beneficios globales proporcionará un viento de cola positivo para que continúe el repunte, pero sin olvidar que la incertidumbre política puede incrementar la volatilidad. Aún así, el liderazgo en los mercados continúa siendo relativamente estrecho debido a la alta concentración. Con este escenario, ¿hay oportunidades?
"Los mercados mundiales de renta variable no solo están concentrados por nombres, sino también por sectores y factores, lo que genera una gran cantidad de oportunidades. Las perspectivas de riesgo/rentabilidad más atractivas parecen ofrecerlas las áreas del mercado que se han pasado por alto: acciones de pequeña capitalización, de dividendos y de valor", afirma Aneeka Gupta, director de Investigación Macroeconómica de Wisdom Tree.
De hecho, los '7 Magníficos' han sido la inversión más popular durante 16 meses consecutivos, provocando que la renta variable estadounidense esté más concentrada que en ningún otro momento desde mediados de los 70.
"Un riesgo de que los rendimientos estén tan concentrados en un segmento tan pequeño del mercado es que, cuando esas empresas no cumplen las expectativas, sus resultados se resienten. Parece que el crecimiento de los beneficios futuros irá más allá de los líderes actuales", añade el experto.
Por su parte, en la última década, el índice Russell 2000 de acciones de pequeña capitalización (small caps en inglés) ha decaído en rendimiento en comparación con sus homólogos de gran capitalización.
"Calcular el momento de la reversión puede ser complejo y puede que no sea necesario en el caso de las small caps. En su lugar, la adopción de un enfoque 'barbell', que combine la exposición a la renta variable de gran capitalización con la de pequeña capitalización, debería proporcionar una inversión más equilibrada en la renta variable estadounidense", explican desde la gestora.
VALOR EN AUGE EN LOS EMERGENTES
A diferencia de Estados Unidos, las acciones de valor han generado una fuerte rentabilidad en los mercados emergentes y han seguido superando a las de crecimiento desde 1990. La renta variable de los emergentes ha subido un 7,5% en el primer semestre de 2024, pero todavía se mantiene por detrás de los mercados desarrollados.
"De cara al futuro, prevemos que la recuperación del crecimiento económico y el reequilibrio de la cadena de suministro, junto con un ciclo de relajación monetaria por parte de la Fed, ofrecerán una plétora de oportunidades en los mercados emergentes", comenta Gupta.
La mejora de los fundamentales de crecimiento e inflación se ha visto respaldada por una oleada de reformas estructurales en Brasil, Indonesia, India, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí. Esto ha impulsado una oleada de subidas de las calificaciones crediticias soberanas de los mercados emergentes en los dos últimos años.
"Esto sigue siendo clave para estos mercados, ya que la combinación de esta mejora de las calificaciones crediticias soberanas con unas perspectivas positivas tendrá un impacto significativo en la reducción de su coste de la deuda a medio plazo", subraya el analista.
EUROPA Y SUS GRANDES DESCUENTOS POR VALORACIÓN
El fuerte rendimiento de los mercados europeos de renta variable se ha visto respaldado por una recuperación económica impulsada por las mejoras en el sector servicios. A primera vista, las cosas parecen ir bien en el Viejo Continente.
Sin embargo, desde Wisdom Tree dicen que al mirar bajo la superficie, la cuota de Europa en la capitalización del mercado mundial lleva muchos años rezagada en comparación con Estados Unidos y los mercados emergentes, que la han superado sistemáticamente en cuanto a crecimiento económico.
La cuota de Europa en la capitalización bursátil global ha descendido del 30% en el año 2000 a solo el 14% en el tercer trimestre de 2024. La gran fragmentación del continente, junto con la menor liquidez y los diferentes conjuntos de normas nacionales, también han influido.
Asimismo, factores específicos del sector, como la escasa couta de las empresas tecnológicas en Europa, han provocado la disminución de su cuota de capitalización bursátil total.
A todo ello hay que añadirle que el volátil panorama político ha causado estragos en la renta variable europea en el segundo trimestre de 2024. Desde entonces, se ha estabilizado, pero no se ha recuperado del todo.
"Afirmar que las acciones europeas están baratas es casi un tópico a estas alturas. Se espera que los dividendos ordinarios (excluidos los pagos especiales) asciendan al 4% en Europa, alcanzando un nuevo máximo de 463.000 millones de euros. En particular, seguimos favoreciendo las acciones de valor y de pequeña capitalización como posiciones básicas. El descenso de los tipos de interés podría actuar como catalizador para el conjunto de small caps, especialmente dada su mayor sensibilidad al endurecimiento de las condiciones crediticias", señala Gupta.
EL ATRACTIVO DE JAPÓN
El crecimiento económico de Japón debería beneficiarse de una recuperación técnica en el segundo semestre. "Es probable que la reforma de la relación precio/valor contable (PBR) iniciada por la Bolsa de Tokio (TSE) siga respaldando a los sectores de valor en Japón. En la actualidad, casi el 40% de las empresas siguen cotizando con un PBR inferior a 1, lo que crea más margen para desbloquear el valor para el accionista", detallan en la firma.
Además, las recompras de acciones anunciadas junto con los resultados del ejercicio han alcanzado sus niveles más altos tanto en número como en valor desde el ejercicio de 2009. Y la oleada de inversiones de fondos extranjeros en renta variable japonesa puede considerarse una reacción alentadora a las reformas empresariales.
"Una apreciación gradual del yen apoyaría la recuperación de los salarios reales y la reactivación del poder adquisitivo de los hogares. Fundamentalmente, las acciones de exportación japonesas de gran capitalización siguen en primera posición. La estimación actual de cambio de divisas es conservadora, de 144 yenes por dólar, a la espera de un yen más fuerte", aseveran los estrategas.
En definitiva, la renta variable ha mostrado una gran fortaleza en la primera mitad del año. Pero ¿y a partir de ahora?
"De aquí en adelante, esperamos que el ciclo electoral estadounidense provoque volatilidad a medida que los inversores evalúen y descuenten las diversas opciones que se les presentan. China se enfrenta a grandes retos, lo que crea nuevas oportunidades para otros mercados emergentes", concluye Gupta.