Warren Buffett lo ha vuelto a conseguir. Su apuesta por Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) en el último trimestre ha provocado fuertes ganancias para el valor, después de que sus compras de acciones hayan sido comunicadas al regulador estadounidense.
La apuesta de Buffett tiene un gran calado simbólico, ya que se produce después del duro choque que se produjo entre Estados Unidos y China por la polémica visita de Nancy Pelosi a Taiwán, un territorio que suscita fuertes tensiones entre ambas superpotencias.
Durante el pasado trimestre, Berkshire Hathaway, el holding del 'oráculo de Omaha', compró 4.100 millones de dólares en acciones de TSMC, una clara apuesta por el mayor fabricante de semiconductores del mundo, que no suele ser frecuente por parte de Buffett.
Aunque, una vez más, el mítico inversor ha dado muestras de su oportunismo, ya que ha comprado las acciones de TSMC cuando se habían desplomado hasta mínimos de dos años, debido a las negativas previsiones para la demanda global de semiconductores.
Buffett ha aprovechado ese mal momento para comprar 60 millones de las acciones de TSMC que cotizan en Wall Street, por lo que se ha unido a otros grandes inversores americanos presentes en su capital, como BlackRock y Vanguard Group.
Otro valor que ha registrado fuertes ganancias tras la entrada de Berkshire Hathaway ha sido la empresa de materiales de construcción Louisiana-Pacific, que se ha disparado en la bolsa americana después de que el holding haya desvelado una inversión cercana a 300 millones de dólares.
