"Tenemos una cartera de empresas resilientes con capacidad para aumentar precios"

"Valores de calidad y crecimiento que se beneficien del consumo", apuesta de La Financière de l'Échiquer

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Menor apoyo monetario, una inflación en cotas altas pero sostenible, un mercado de bonos complicado en algunas zonas geográficas y, en definitiva, un año más volátil. Esto es lo que esperan para 2022 desde La Financière de l’Échiquer, según lo dicho por sus expertos en la presentación 'Estrategia de inversión 2022'.

"2021 fue un año atípico por el coronavirus, sus nuevas variantes y las consecuencias de éstas en la economía, con cierto impacto en los mercados y los tipos de interés", ha señalado Bettina Ducat, CEO de la entidad.

Precisamente, el entorno macroeconómico es uno de los frentes a vigilar y Olivier de Berranger, director de Gestión de Activos, estima que el Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro crecerá al 5,1% en 2021 y al 4,2% en 2022, mientras que en Estados Unidos estas cifras estarán en el 5,6% y 3,9%, respectivamente.

Esta visión optimista se basa en cuatro pilares: la demanda de los hogares y las reservas de ahorro que han generado durante los confinamientos, los beneficios de las empresas no dejan de crecer, las existencias son escasas, y un ciclo CAPEX superior a la media histórica.

En medio de este paradigma económico que se abre en los próximos meses, la inflación copará un lugar privilegiado en las preocupaciones de los inversores. "Estamos hablando de unas cifras récord que pueden dar sudores fríos para más de un banco central", ha advertido Berranger. Y es que en Estados Unidos, las alzas de los precios de la vivienda y del transporte, que se están dejando notar en las tasas generales, no parece que se vayan a ir en el corto plazo. Pone de ejemplo la crisis de los semiconductores, esenciales en la producción automovilística. Esta escasez va a continuar en el tiempo. Mientras, en Europa este analista sostiene que no se volverá a los niveles de baja inflación de años anteriores.

Esto provoca que los bancos centrales empiecen a tomar las riendas de la situación y busquen suprimir sus balances y la flexibilización monetaria ya en este año, como es el caso de la Reserva Federal de EEUU. "El balance de los bancos centrales ha aumentado un 50% respecto a os niveles anteriores al coronavirus, que ya eran altos", sostiene Berranger.

En el caso del BCE, "no cambiará mucho" su política. Habrá una disminución del balance, con la eliminación y sustitución del programa de emergencias pandémico (PEPP, por sus siglas en inglés) por el APP, que no asumirá todos los estímulos inyectados hasta ahora en la economía. "Hay una diferencia de Estados Unidos con Europa, el Viejo Continente siempre va por detrás", ha sentenciado.

PONDERAR LOS ACTIVOS DE CALIDAD

Por tanto, y con este panorama, desde La Financière de l’Échiquer, creen que la situación en los mercados será parecida a 2021 en cuanto a la estrategia. En el año que acabamos de dejar, los activos de riesgo han conseguido unos buenos resultados, en ocasiones superiores al 20%, mientras que los de menor riesgo, los bonos, han tenido un mal rendimiento. En 2022, esperan que la historia se repita. "El resultado positivo de los activos de riesgo vendrá de los resultados de las empresas", ha sostenido.

Según sus cálculos, las acciones están un 40% por encima de la media histórica en EEUU, mientras que en Europa esta cifra se sitúa en el 15%. "Incluso si el pico está ralentizado, esperamos un aumento de los beneficios consistente. Quizá Europa ocupe la cabeza por primera vez desde la crisis financiera", ha afirmado.

"Los flujos han sido muy positivos para los activos de riesgo si se tiene en cuenta el 2021. Hay un flujo hacia las acciones globales bastante marcado e inédito. Los inversores no se sienten eufóricos. Esto es positivo", ha dicho.

"El resultado de los mercados desde hace tres años nos hace mirar hacia la valoración. Seguimos primando valores de calidad y sectores de crecimiento que se beneficien del consumo", cree Marion Cohet-Boucheron, analista de la gestora.

"El flujo de capitales ha sido importante. Nos hemos interesado por los valores de calidad y por aquellos de tamaño importante", ha afirmado Stéphanie Bobtcheff, otra de sus estrategas.

Bajo estas premisas, Cohet-Boucheron ha insistido en reponderar las carteras con activos de calidad y los valores de crecimiento. "La inflación es importante. Por ello, tenemos una cartera de empresas resilientes porque tienen capacidad para aumentar los precios por su posición dominante", ha argumentado, añadiendo que "también hemos aligerado los sectores más defensivos o esos valores más tensos porque es cierto que en un contexto de subida de tipos no es lo mejor".

"Una cartera equilibrada entre todas estas temáticas dará mejor resultado. Necesitamos un poco de ciclo económico, un poco de crecimiento, un poco de todo", ha recomendado Berranger.

En cuanto a los bonos, este analista es claro y cree que 2022 será un año difícil. Por ello ha recomendado "abandonar los bonos de estado y fijarse en tipos más concretos, como convertibles, híbridos corporales y subordinados financieros". Eso sí, en cualquier caso, "evitar la duración".

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