Los inversores reciben 2023 con la esperanza de decir adiós a algunos de los indicadores que marcaron el rumbo económico del ya pasado 2022. Por un lado, el mercado espera que la alta inflación comience a moderarse en los próximos meses, al tiempo que se prepara para unas políticas monetarias restrictivas por parte de los bancos centrales y una posible recesión a nivel global. En este sentido, Morgan Stanley prevé que muchas de las tendencias “dominantes” se “inviertan por completo”: “Los mayores perdedores de 2022 podrían ser los mayores ganadores de 2023”, señalan desde el banco americano.
“Para los mercados, esto presenta un telón de fondo muy diferente al de 2022, que estuvo marcado por un crecimiento resistente, una inflación elevada y una política restrictiva”, afirma Andrew Sheets, estratega jefe de Morgan Stanley Research, quien pronostica un mejor año “a medida que las macrotendencias mundiales aplaquen la inflación y los bancos centrales pausen sus subidas de tipos”.
Asimismo, Mike Wilson, director de inversiones y estratega jefe de renta variable de la firma estadounidense, subraya que los inversores “tendrán que ser más tácticos” y deberán prestar más atención a “la economía, la política legislativa y reguladora, los beneficios empresariales y las valoraciones”. “Dado que estamos más cerca del final del ciclo en este momento, las tendencias de estas variables clave pueden oscilar antes de que el camino final esté claro. Aunque la flexibilidad siempre es importante para invertir con éxito, ahora es crítica”, añade.
En este sentido, entre los principales pronósticos de Morgan Stanley para 2023 se encuentra el buen rendimiento de la renta fija, con los bonos a 10 años del Tesoro estadounidense terminando el año en el 3,5%. Asimismo, también estiman un S&P 500 muy volátil durante todo el año, un dólar a la baja, un buen desempeño de los mercados emergentes o el mejor rendimiento del petróleo frente al oro.
RENTA FIJA
Morgan Stanley apuestan decididamente por los bonos, a los que ha calificado como los “grandes perdedores” del año pasado y los posibles “grandes vencedores” de 2023. “Esto será particularmente cierto en el caso de los bonos de alta calidad, que históricamente se han comportado bien después de que la Reserva Federal (Fed) deje de subir los tipos de interés, incluso cuando le sigue una recesión”, explica Sheets. Del mismo modo, añade, la renta variable y la deuda de los mercados emergentes, “que fueron los primeros en obtener malos resultados en este ciclo económico, podrían ser los primeros en recuperarse en el siguiente, como ocurrió tras la quiebra de las puntocom a principios de la década de 2000 y en 2009 tras la crisis financiera”.
Noticia relacionada
¿Invertir en bonos o acciones? Esta es la apuesta de Goldman Sachs para 2023Los estrategas de renta fija de Morgan Stanley prevén rentabilidades elevadas de un solo dígito hasta finales de 2023 en los ‘bunds’ alemanes, los bonos del Estado italianos (BTP) y los bonos europeos con grado de inversión, así como los bonos con grado de inversión, los bonos municipales, los valores respaldados por hipotecas emitidos por agencias patrocinadas por el Gobierno y los valores con calificación AAA en Estados Unidos. Asimismo, pronostican que los bonos del Tesoro a 10 años terminarán 2023 en el 3,5% frente al máximo de 14 años del 4,22% registrado el pasado octubre.
Sin embargo, advierten, los inversores deben vigilar de cerca la calidad. “Los bonos corporativos estadounidenses de alto rendimiento pueden parecer atractivos, pero puede que no merezca la pena correr el riesgo durante un ciclo de impagos potencialmente prolongado”, señalan desde Morgan Stanley. Por el contrario, los productos titulizados, como los valores respaldados por hipotecas, los valores respaldados por automóviles y las obligaciones de deuda colateral, podrían ofrecer oportunidades de inversión.
RENTA VARIABLE, MERCADOS EMERGENTES, JAPÓN
Otro de los pronósticos de estos estrategas es que la renta variable experimentará una volatilidad continuada y estiman que el S&P 500 termine el año en torno a los 3.900 puntos. “Las estimaciones de beneficios de consenso son simplemente demasiado elevadas, hasta el punto de que creemos que las empresas acapararán mano de obra y verán cómo se comprimen los márgenes operativos en una economía de crecimiento muy lento", afirma Wilson.
Noticia relacionada
La actividad económica en China se contrae con fuerza por la oleada de Covid-19En este sentido, explica el estratega de Morgan Stanley, los inversores deberían considerar las partes del mercado de renta variable con mayor rentabilidad, como los bienes de consumo básico, el sector financiero, la sanidad y los servicios públicos.
Asimismo, la renta variable europea podría ofrecer una “modesta subida” con una rentabilidad total prevista del 6,3% en 2023. “Es más probable que los sectores financiero y energético obtengan buenos resultados en este entorno”, destaca Graham Secker, responsable de estrategia de renta variable en Europa y Reino Unido.
Por otro lado, Morgan Stanley destaca que “la marea podría estar cambiando” en los mercados emergentes a pesar del efecto negativo que China podría tener sobre los mercados. “Las valoraciones son claramente baratas, y los vientos cíclicos están cambiando a favor de los mercados emergentes a medida que la inflación mundial disminuye más rápidamente de lo previsto, la Reserva Federal deja de subir los tipos y el dólar estadounidense baja”, señala Jonathan Garner, estratega jefe de renta variable de Asia y mercados emergentes, al tiempo que subraya que estos se han recuperado “antes que Estados Unidos” en los últimos ciclos económicos.
Concretamente, los expertos de la compañía neoyorquina destacan que Japón podría ser uno de los grandes protagonistas del año debido a una combinación de “bajas valoraciones y vientos de cola idiosincráticos”, lo que se traduciría en ganancias del 11% para el índice TOPIX de la bolsa de Tokyo. “El MSCI EM, un índice de empresas de mediana y gran capitalización de 24 mercados emergentes, podría registrar una rentabilidad del 12% en 2023”, añaden.
Finalmente, Morgan Stanley también ve que el dólar alcanzó su máximo en 2022 y descenderá durante este año. A su vez, el petróleo superará al oro y al cobre, con el crudo Brent terminando el actual 2023 en 110 dólares.