Rara es la ocasión en la que un cónclave de la Reserva Federal (Fed) no sea el principal protagonista de la actualidad económica. Este próximo miércoles, los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) debatirán sobre cuál será el próximo paso en la hoja de ruta del banco central tras endurecer el tono en Jackson Hole. El mal dato de inflación de agosto, con la tasa subyacente repuntando hasta el 6,3%, hace que el mercado tema que la Fed suba los tipos de interés en 100 puntos básicos, aunque la mayoría se inclina hacia una tercera alza consecutiva de 75 puntos básicos. Sea cual sea el desenlace, lo que parece estar claro es que la subida volverá a ser agresiva y que las alzas moderadas ya son cosa del pasado.
Así lo cree Joachim Fels, director general y asesor económico global de PIMCO, quien opina que “han pasado los días en los que los bancos centrales sólo movían los tipos en pasos incrementales de 25 puntos básicos”. Tras las subidas de 75 puntos del Banco Central Europeo (BCE) y del Banco de Canadá (BoC), este experto cree que hay muchas posibilidades de que la Fed continúe a este ritmo… y que contagie a otros bancos centrales. “Los mercados están valorando una probabilidad superior al 50% de que tanto el Banco de Inglaterra como el BCE den un paso adelante de 75 puntos básicos en lugar de 50”, apunta.
Para la firma californiana, los 75 puntos básicos se han convertido en “la nueva normalidad en esta fase del ciclo de endurecimiento” y señalan que resulta “obvio” ver el porqué: “Ante los continuos y masivos excesos de inflación, los bancos centrales se centran intensamente en mantener ancladas las expectativas de inflación a largo plazo”.
Actualmente, señala Fels, “todos los responsables políticos parecen guiarse por el viejo dicho de que «sólo los halcones van al cielo de los bancos centrales»”. “Están decididos a, en palabras del propio Jerome Powell, «seguir con ello hasta que el trabajo esté hecho»”. “Dada la incertidumbre sobre el nivel del tipo de interés neutro no observado, los responsables políticos han dejado claro que quieren ver la inflación en una senda descendente sostenida, lo que yo interpreto como al menos varios meses de caída de la inflación subyacente”, añade.
Para el director general de PIMCO, esta senda descendiente podría seguir siendo “difícil de alcanzar durante bastante tiempo”, particularmente en Estados Unidos “dada la aceleración de los aumentos salariales, que son importantes impulsores de la inflación en el sector de servicios”, así como la perspectiva de que “continúen los fuertes aumentos del componente de vivienda del IPC”.
Noticia relacionada
Powell, claro y contundente: "Quiere que el mercado se crea que no va a aflojar"Con esto presente, Fels indica que el “nivel terminal” que los tipos deberían alcanzar para lograr el objetivo de la Fed “es más alto que el 4,25% que los mercados están valorando ahora mismo”. “Sin embargo, lo que está claro es que la tarea no puede llevarse a cabo sin infligir más dolor”, subraya, “porque las condiciones financieras son el mecanismo de transmisión de la política monetaria y es probable que se produzca a medida que los bancos centrales sigan subiendo tipos y la Fed reduzca su balance”.
En cuanto al mercado laboral, este experto señala que el aumento del desempleo es “necesario” para “evitar una mayor aceleración de los salarios”. Además, es “probable” que “se produzca en respuesta al endurecimiento pasado y futuro de las condiciones financieras”. “En consecuencia, el proverbial 'aterrizaje suave que esperan los banqueros centrales y que los mercados han ensalzado en los últimos meses me parece bastante improbable”, sentencia.
En este sentido, Fels cree que el aterrizaje forzoso es “probable” y destaca que sería raro que los bancos centrales den un giro brusco a su política con bajadas de tipos “salvo que se produzca un gran colapso financiero”. El director general de PIMCO opina que “los banqueros centrales querrán evitar los errores de las políticas de ‘stop-go’ de la década de 1970, cuando sus predecesores dieron marcha atrás poco después de que la inflación alcanzara su máximo, sentando así las bases para que el siguiente brote de inflación llegara a picos aún más altos”, explica.
Así, señala, parece “más probable” una “larga meseta en los tipos a niveles más altos que la reversión de los tipos de la Reserva Federal que está descontada en la curva a plazo para el próximo año”. “Aunque la recesión que se avecina debería ser relativamente superficial, dada la ausencia de grandes desequilibrios en el sector privado, es poco probable que vaya seguida de una recuperación en forma de V, ya que la rigidez de la inflación impedirá a los bancos centrales relajar su política de forma significativa en un futuro próximo”, concluye Fels.