Noviembre fue un gran mes para los inversores estadounidenses y diciembre ha continuado con la buena racha. Alentados por condiciones financieras aún relajadas, los inversores anticipan una vez más una combinación perfecta de inflación en caída, crecimiento económico sólido, un mercado laboral estable y márgenes corporativos sostenidos, respaldados por posibles recortes de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal el próximo año.
"El desafío es que estas elevadas expectativas dejan poco o ningún margen de error, y los mercados podrían sufrir una reversión si este escenario ideal no se desarrolla según lo planeado", explica Lisa Shalett, directora de inversiones (Chief Investment Officer), en Morgan Stanley Wealth Management.
Según esta experta, las valoraciones bursátiles siguen siendo altas, lo que ha impulsado el múltiplo precio/beneficio del S&P 500 hasta un "nivel históricamente elevado de más de 19, incluso cuando las estimaciones de los analistas para el crecimiento de las ganancias en 2024 han disminuido en las últimas semanas".
Además, Shalett destaca que "la 'prima de riesgo de las acciones' del S&P 500 –una medida de la recompensa potencial que los inversores pueden esperar por asumir el riesgo de poseer acciones– sigue siendo poco atractiva, en sólo 100 puntos básicos, unos 200 puntos básicos menos de lo habitual".
En su opinión, hay un exceso de complacencia en el mercado, como indica el índice VIX de volatilidad implícita, que "se ha desplomado a mínimos de ciclo no vistos desde enero de 2020".
Por otra parte, destaca que "los datos del mercado de opciones muestran 'proporciones de venta/compra' relativamente bajas, un indicador ampliamente utilizado del sentimiento del mercado, que indica que hay poco interés entre los inversores por tratar de proteger sus carteras contra caídas".
LAS RAZONES PARA LA CAUTELA
Shalett explica que hay razones para la cautela, ya que "los inversores deberían considerar las realidades de una economía bajo tensión".
Por ejemplo, en Estados Unidos subraya que los principales indicadores son negativos, los incumplimientos de los préstamos corporativos están aumentando y los préstamos bancarios se han restringido.
Además, la 'regla de Sahm', un indicador para identificar señales de recesión, sugiere que podemos ver el inicio de una recesión si la tasa de desempleo de Estados Unidos aumenta al 4%".
Sobre la previsión del consenso de futuros recortes de tipos de interés por parte de la Reserva Federal en el mes de marzo, señala que una encuesta reciente sobre la confianza de la Universidad de Michigan muestra que los consumidores todavía esperan que la inflación se recupere hasta el 4,5%, muy por encima del objetivo del banco central.
"Hemos visto a los mercados interpretar 'malas noticias' para la economía como 'buenas noticias' para las acciones. Por ejemplo, acontecimientos como la desaceleración del crecimiento económico han alimentado las esperanzas de los inversores de que la Fed comience a recortar las tasas de interés y, por lo tanto, ayude a impulsar las acciones", explica esta experta.
"Sin embargo", concluye, "las malas noticias para la economía pueden convertirse en malas noticias para los mercados, ya que la desaceleración del crecimiento pesa sobre los mercados laborales y los márgenes corporativos".
En este entorno, su consejo es "buscar inversiones que proporcionen rendimiento y empresas que tengan flujos de caja de calidad".