Los mercados siguen apostando por Trump: ¿qué supondría su triunfo para EEUU?

La renuncia de Joe Biden dibuja unas elecciones más igualadas

photo d archives l ancien president des etats unis et candidat republicain a la presidence donald trump

La decisión del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de renunciar a su candidatura presidencial dibuja unas elecciones más igualadas en el país norteamericano, aunque, como señalan los analistas de Schroders, "Donald Trump sigue pareciendo el ganador más probable", por lo que desde la firma analizan ya las implicaciones para la economía estadounidense de un posible segundo mandato del líder republicano.

Estos estrategas subrayan que el reciente intento de asesinato sufrido por Trump "ha dado a su campaña un impulso considerable que podría acompañarle hasta las elecciones de noviembre", y anticipan que, de confirmarse su victoria, el país enfrentaría "un crecimiento más fuerte y una mayor inflación" en los próximos años.

"El pilar central de la agenda económica de Trump es el proteccionismo. Como presidente, hizo referencia a las preocupaciones de seguridad nacional para elevar los aranceles. Pekín fue el objetivo más habitual, con el arancel medio aplicado a las importaciones procedentes de China subiendo del 3% a casi el 20% durante su mandato. Si es reelegido, Trump ha propuesto aumentarlo hasta el 60%, así como eliminar progresivamente todas las importaciones de bienes esenciales procedentes de China. Además, las importaciones procedentes del resto del mundo estarían sujetas a un arancel básico del 10%", destacan.

De aplicarse, continúan, "estas propuestas supondrían un importante shock inflacionista", aunque estos analistas sospechan que "Trump no tiene intención de llevarlas a la práctica en su totalidad, sino de aprovecharlas de forma selectiva para obtener concesiones comerciales".

Además, identifican "tres factores deberían contribuir a atenuar el impacto inflacionista de los aranceles", como una probable apreciación del dólar, especialmente frente al renminbi, "ya que Pekín probablemente perseguiría una devaluación".

"En segundo lugar, la ampliación de los márgenes de beneficio de las empresas desde la pandemia debería servir para absorber los mayores costes de importación. En tercer y último lugar, las mercancías podrían desviarse a través de países que mantienen condiciones comerciales más favorables con Estados Unidos, como parece haber hecho China desde el inicio de la guerra comercial", agregan.

EL MAYOR IMPACTO, A PARTIR DE 2026

Sin embargo, los efectos esperados de un segundo mandato de Trump tardarían, al menos, un año en materializarse, y en Schroders apuntan que "la mayor parte del impacto macroeconómico no se sentirá hasta 2026 en adelante, no sólo por el tiempo que llevará legislar y aplicar su programa, sino también por los retrasos asociados al mecanismo de transmisión de las políticas, que acabará repercutiendo en la actividad y los precios".

"En términos de crecimiento, nuestro análisis sugiere que la economía estadounidense crecería un 2,2% en 2025 bajo una segunda presidencia de Trump. A continuación, se aceleraría hasta el 2,7% en 2026, a medida que las políticas de promoción del crecimiento de la administración entren en vigor, antes de volver a moderarse hasta el 2,3% en 2027, a medida que el aumento de la inflación pese sobre el gasto de los consumidores", anticipan.

No obstante, el favoritismo del candidato republicano ha tenido ya su impacto en los mercados, en los que "las curvas de rendimiento se han inclinado en las últimas semanas a medida que aumentaban las expectativas de una victoria de Trump".

"Esto se debió a que una victoria aplastante republicana permitiría a Trump una mano más libre en el estímulo fiscal. Por el contrario, un presidente demócrata se enfrentaría a un gobierno dividido. Por lo tanto, es posible que la reciente inclinación de las curvas de rendimiento se invierta si Kamala Harris, u otro candidato demócrata, reduce la diferencia en las encuestas", explican.

EL RETO DE LA INMIGRACIÓN

Otro de los aspectos en los que se esperan cambios si finalmente Trump se convierte en el próximo presidente de EEUU es la política migratoria del país, y en este sentido los analistas de Schroders creen que "una restricción de la inmigración sería probablemente más perturbadora esta vez que durante la anterior etapa de Trump en la Casa Blanca".

"El crecimiento del empleo en los últimos años ha sido impulsado casi en su totalidad por trabajadores nacidos en el extranjero. Por lo tanto, es probable que una menor inmigración exacerbe la escasez de trabajadores, especialmente en sectores que dependen en gran medida de la mano de obra extranjera, como la agricultura y la construcción. Esto podría dar lugar a un resurgimiento del crecimiento salarial que avivara aún más las presiones inflacionistas", manifiestan.

De esta manera, "una mayor inflación y una menor creación de empleo actuarían como un viento en contra de la economía", aunque los analistas creen "que esto se verá compensado con creces por diversas políticas de fomento del crecimiento", de las que destacan "la promesa de Trump de prorrogar las disposiciones de su Ley de recortes fiscales y empleo de 2017 (TCJA, por sus siglas en inglés) que expiran el próximo año".

"El crecimiento también debería verse respaldado por la agenda desreguladora de Trump. Uno de los mayores beneficiarios sería el sector energético. Trump ha prometido poner fin a los retrasos en los permisos y arrendamientos federales de perforación, eliminar los límites a las exportaciones de gas natural y revertir las normas sobre emisiones de automóviles que entrarán en vigor en 2032", concluyen.

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