Los mercados de renta variable y de crédito han sufrido mucho desde principios de año, aunque han recuperado posiciones con fuerza en el mes de julio. Tras este tipo de movimiento, es natural que los inversores se planteen la posibilidad de aumentar o no sus asignaciones a activos de riesgo como las acciones, tal y como han hecho desde Bankinter esta misma semana, aumentando ligeramente su exposición a Wall Street.
François Rimeu, estratega senior de La Française AM, destaca varios factores a tener en cuenta antes de realizar cualquier movimiento en nuestras carteras.
EVOLUCIÓN DE LA INFLACIÓN
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Las tres razones de Bankinter para comenzar a subir su exposición a las bolsasEn la actualidad, no es fácil hacerse una idea de cómo evolucionará la inflación, afirma este experto. Hace un año, el mercado preveía una inflación media en 2022 del 1,6% en la eurozona y del 2,9% en EEUU, alcanzando un máximo a finales de 2021, y en 2023 un retorno en torno al 1,5% en Europa y al 2% en EE.UU.
Pero hoy en día, el mercado descuenta una inflación del 8,2% en la eurozona y en EEUU para 2022; y un descenso relativo de las presiones inflacionistas para 2023, con un aumento de los precios todavía en torno al 4-5%.
"Naturalmente, la guerra de Ucrania y sus enormes consecuencias en los mercados de materias primas sólo explican en parte estos errores de estimación. Hay que tener en cuenta que si las estimaciones de inflación se han revisado al alza en más de un 5% en los últimos doce meses, es fácil pensar que estos errores de estimación se repitan, en cualquier dirección", argumenta este experto.
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¿Puede aprovecharse la renta fija del convulso escenario geopolítico y la elevada inflación?"A corto plazo, esto deja a los bancos centrales con pocas opciones. Quieren evitar un desanclaje de las expectativas de inflación y, por tanto, seguirán endureciendo sus políticas monetarias con el objetivo de reducir la demanda", afirma.
LAS DINÁMICAS MACROECONÓMICAS
Las previsiones de crecimiento para 2022 se han reducido considerablemente desde principios de año, pasando del 3,9% al 2,1% en Estados Unidos, del 4,2% al 2,7% en Europa e incluso del 5,2% al 4,1% en China. "Sin embargo, creemos que estos ajustes a la baja aún no han terminado", indica François Rimeu.
"Los bancos centrales continuarán aplicando unas condiciones financieras más restrictivas, lo que debería provocar un descenso de los indicadores adelantados y, por tanto, de las expectativas de crecimiento", argumenta.
Noticia relacionada
Cómo ganar en bolsa: los siete hábitos de los inversores de éxitoAdemás, "los índices de confianza de los consumidores marcan niveles extremadamente bajos en la mayoría de los países desarrollados. Aunque los hogares reforzaron el ahorro durante la crisis del Covid, creemos que la actual incertidumbre sobre la inflación y el crecimiento debería frenar el consumo con bastante rapidez", señala.
Por otra parte, afirma que "la mayoría de los indicadores adelantados también nos muestran que la actividad empresarial debería seguir ralentizándose. Tal es el caso de las encuestas regionales de la Fed en Estados Unidos, o si analizamos el desglose de las últimas encuestas de PMI".
Por ello, concluye que "no parece que las previsiones de crecimiento se vayan a estabilizar a corto plazo, a no ser que surja alguna noticia positiva importante, pese al contexto de elevada inflación y rápido endurecimiento monetario".
IMPACTO EN LOS BENEFICIOS EMPRESARIALES
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Azvalor cierra el mejor semestre de su historia, con una rentabilidad absoluta cercana al 30%Los principales mercados de renta variable han caído hasta ahora alrededor de un 20%, en línea con el ajuste a unas condiciones financieras más estrictas. El ratio 'precio-beneficio' para el S&P 500 ha disminuido de 26 a 19, mientras que, al mismo tiempo, los tipos reales a 10 años en Estados Unidos han pasado del -1% al 0,6%.
La cuestión principal, según François Rimeu, es si el mercado está estimando correctamente los beneficios empresariales. El consenso espera actualmente un crecimiento de los beneficios en EEUU de alrededor del 10% para 2022 y del 8% para 2023, cifras que se han revisado constantemente al alza en los últimos meses.
"Creemos que estas cifras se reducirán en los próximos meses por las mismas razones que las detalladas anteriormente. La caída de la confianza de los consumidores tiene un impacto negativo en el ciclo de beneficios, al igual que el endurecimiento monetario o las revisiones a la baja del crecimiento económico. La magnitud de las futuras revisiones a la baja dependerá del alcance de la desaceleración económica y de la persistencia de los riesgos inflacionistas, que actualmente son difíciles de estimar", considera este experto.
CONCLUSIÓN: NO HA LLEGADO EL MOMENTO
"En el marco de nuestra asignación, esperaremos a ver lo que ocurre con los mercados de activos de riesgo, ya que existe un riesgo importante que pesa sobre la actividad económica futura, el endurecimiento de las políticas monetarias y un consenso que no se ha ajustado suficientemente a los futuros beneficios empresariales. A esto se añade, por supuesto, el temor a que se introduzca un racionamiento energético en Europa este invierno o a que otra ola de Covid vuelva a alterar la actividad en China", concluye este analista, para quien todavía no ha llegado el momento adecuado para aumentar exposición a las bolsas.