¿Es momento de comprar acciones pensando en obtener rentabilidades positivas hasta final de año? Vladimir Oleinikov, analista cuantitativo senior de Generali Investments, considera que sí, y cita dos razones para apostar por los activos de riesgo en el momento actual.
Los recortes de tipos a corto plazo por parte de los bancos centrales y el escaso riesgo de recesión en Estados Unidos son las dos razones principales que cita este estratega.
"Esperamos que la Fed recorte en 25 puntos básicos tres veces de aquí a finales de año (en lugar de las cuatro que espera el mercado)", indica Oleinikov.
"A principios de agosto el deterioro de la confianza en el sector manufacturero y los datos de empleo, peores de lo esperado, hicieron temer que la Reserva Federal se hubiera quedado rezagada a la hora de acomodar una economía que está al borde de la recesión", explica.
"Por otra parte", añade, "los decepcionantes datos de sentimiento (por ejemplo, los PMI) y nuevos indicios de una economía alemana en dificultades suscitaron inquietud sobre la sostenibilidad de la recuperación de la eurozona".
"Como consecuencia", relata, "el mercado experimentó un doloroso desplome y el VIX (código del oficialmente llamado Chicago Board Options Exchange Market Volatility Index) se deterioró hasta 40 en la primera semana de agosto, una caída provocada también por el elevado posicionamiento de los inversores".
Sin embargo, Oleinikov destaca que "desde el mínimo del mercado el 5 de agosto, la renta variable ha ganado alrededor de un 8%, situándose ligeramente por encima de los niveles anteriores antes de que el mercado se enfrentara a una mayor incertidumbre".
En este sentido, comenta que "los datos adicionales de EEUU tranquilizaron sobre el aterrizaje suave, limitando los temores de recesión, mientras que los bancos centrales se están volviendo decididamente más dovish (expansivos), ya que afirmaron tener más confianza en acercarse a la victoria sobre la inflación".
Por ello, considera que "a medida que han aumentado los riesgos para el crecimiento derivados del endurecimiento de las políticas y ha aumentado la confianza en el proceso de desinflación, los mercados han impulsado las esperanzas de un rápido recorte de los tipos en otoño".
Así, valora que "el crecimiento mundial se ha vuelto más desigual", pero considera que "la tendencia de expansión moderada sigue intacta y que los riesgos de recesión en EEUU son bajos".
"Esto", concluye, "junto con la relajación de las condiciones monetarias, favorece una prudente sobreponderación de los activos de riesgo".