¿Ha llegado el momento de invertir en acciones de pequeña y mediana capitalización, conocidas popularmente como 'smallcaps'? Eso es lo que piensa la gestora Columbia Threadneedle, que apuesta por las "pequeñas maravillas" de la renta variable mundial en uno de sus últimos informes.
"El mercado de pequeña capitalización ofrece una exposición a compañías de calidad de todo el mundo con unos motores de beneficios diversos y potencial de resiliencia", explica Andrew Harvie, gestor de carteras de Renta variable mundial en esta firma.
"Dada la enorme concentración del mercado de gran capitalización y que las pequeñas compañías se negocian a unos precios históricamente bajos, esta clase de activos puede ofrecer una excelente oportunidad para diversificar la cartera a unos precios atractivos", añade.
En su opinión, lo más aconsejable es "invertir a escala mundial", porque esto "reduce la exposición a un único mercado de renta variable o un grupo reducido de ellos", lo que permite a los inversores "captar el excedente de rentabilidad potencial de un conjunto más amplio de oportunidades de pequeña capitalización, muchas de las cuales son empresas internacionales".
Esto es así porque, en los últimos 25 años, la rentabilidad ajustada al riesgo de las pequeñas compañías mundiales ha sido superior a la de las regiones individuales, afirma Andrew Harvie. Un indicador que puede servir de referencia a los inversores es el índice MSCI World Small Cap.
OPORTUNIDAD EN LA VALORACIÓN
Este experto recuerda que la recuperación de los mercados en 2023 estuvo liderada por los valores de gran capitalización, principalmente del sector tecnológico y financiero, mientras los pequeños y medianos valores quedaron descolgados.
Los inversores suelen optar por invertir en pequeñas capitalizaciones cuando son optimistas sobre las perspectivas de crecimiento. Sin embargo, debido a la persistente inflación, políticas monetarias más restrictivas a nivel global y la posibilidad aún latente de una recesión, este tipo de activos ha quedado en segundo plano, explica este gestor.
"El resultado es que los pequeños valores se negocian actualmente con un descuento con respecto a su historial, así como a su prima histórica frente a las grandes capitalizaciones. Se trata de una clarísima oportunidad en la valoración", señala Harvie.
¿CUÁL ES EL MEJOR MODO DE APROVECHAR ESTE DESCUENTO?
En este escenario, lo más relevante para los inversores es saber valorar el mejor modo de aprovechar ese descuento, ya que una valoración barata no debería ser el único motivo para invertir en algo.
En primer lugar, hay que tener en cuenta la capacidad de estas empresas para conseguir financiación, por lo que Harvey aconseja "invertir en valores de pequeña capitalización de calidad", que suelen tener "un apalancamiento relativamente reducido y unos balances sólidos, por lo que no deberían verse tan afectadas por la necesidad de refinanciar deuda a unos tipos más altos".
Estas empresas suelen generar efectivo en sus operaciones y están mejor posicionadas que el resto, ya que tienen poder de fijación de precios.
" Muchas también deberían beneficiarse de las mismas oportunidades estructurales que existen para las grandes capitalizaciones. Podría ser la expansión de la IA, la innovación en la atención sanitaria o soluciones ante la crisis climática, tanto sus causas como su impacto", señala este experto.
Porque "las pequeñas compañías a menudo son las facilitadoras, que proporcionan los productos o servicios esenciales integrados en los procesos de sus clientes. En este grupo de calidad pueden encontrarse algunas de las oportunidades más atractivas".
En este escenario, destaca empresas que tengan "trayectoria demostrada, con unos buenos flujos de efectivo, y que deberían poder resistir en un entorno de altos tipos de interés".
Su conclusión es que "la oportunidad de inversión en muchas de esas compañías de calidad que sufrieron una ola de ventas sigue siendo válida". Porque "ahora ofrecen un punto de entrada atractivo para los inversores activos a unos precios más baratos que anteriormente".