¿Invertir basándonos en los datos macroeconómicos, con un enfoque a corto plazo, o adoptar una visión más a largo plazo y formar carteras centrándonos en el 'value investing'? Esa pregunta puede estar sobrevolando en la mente de muchos inversores ahora que los mercados están tan revueltos. Desde la gestora Oddo BHF AM apuestan por una visión de valor, y aportan cinco razones por las que creen que adoptar este enfoque en las carteras puede resultar "muy positivo" en momentos como el actual, de "alta volatilidad".
Ingrid Trawinski, gestora del grupo Oddo BHF, recuerda que los ciclos económicos son, por naturaleza, una sucesión de períodos de crecimiento y recesión, y es aquí en donde entra en juego la inversión en valor. Y es que esta forma de invertir garantiza que los activos seleccionados pueden "capear los tiempos más difíciles y adaptarse a los cambios a largo plazo".
Cuando se practica el 'value investing' las decisiones de inversión no se centran en los acontecimientos que están azotando a los mercados a corto plazo o en el 'momentum', sino en otras cuestiones que permiten elaborar una cartera fuerte. "La posibilidad de que ocurra un acontecimiento negativo en los próximos meses no es en sí una razón para reducir el riesgo y cambiar nuestras carteras", defiende Trawinski, que invita a centrarse en esta filosofía si los inversores quieren tener éxito incluso en periodos volátiles.
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Crecimiento frente a valor: por qué ahora es un buen momento para comprar 'growth'Cree que lo mejor es adoptar un enfoque de valor en las carteras y da cinco razones para ello:
1. Todas las compañías sufren pérdidas en algún momento. "Cualquier empresa puede pasar por dificultades, ya sean económicas, estratégicas, competitivas o de gestión", lo que suele provocar falta de interés de los inversores y, por tanto, una infravaloración. Por tanto, siempre es bueno recordar que cualquier empresa, sea cual sea su sector de actividad, su nivel de crecimiento y su nivel de margen, "puede encontrarse en pérdidas".
2. La gestión del valor va más allá del 'momentum'. "A corto plazo, los mercados tienden a reaccionar de forma exagerada, pero la gestión del valor permite aplicar métodos de análisis precisos para evitar seguir estos movimientos y centrarse en el valor real de la empresa". Y es que, defiende la experta, el valor es un enfoque de inversión a largo plazo que se centra en la valoración de una empresa en relación con su rentabilidad económica.
3. Nuevo paradigma de mercado. "La gestión 'de crecimiento' se ha beneficiado especialmente desde 2014 por las diversas políticas monetarias acomodaticias, así como por la fuerte caída de los tipos de interés. Sin embargo, el reciente retorno del interés de los inversores por la gestión del valor se debe principalmente al giro repentino de las expectativas de inflación y de los movimientos de los tipos de interés", remarca Trawinski.
4. Amplio abanico de inversión. La gestora de Oddo remarca que los inversores suelen limitar la gestión del valor a determinados sectores emblemáticos, como la banca o la energía. Pero en realidad, apunta, "este enfoque de gestión puede y debe aplicarse a cualquier tipo de empresa" y "no debe limitarse a determinados sectores para aprovechar las oportunidades de descuento".
5. Catalizador de la diversificación. "La gestión del valor no debe oponerse a la gestión del crecimiento porque ofrece una exposición complementaria a la obtenida por el estilo de gestión del crecimiento". Recuerda la experta que el valor tiende a obtener mejores resultados en diferentes periodos del ciclo que la gestión de crecimiento, y aboga por una "diversificación de estilos en el contexto de la gestión a largo plazo, donde los cambios de ciclo son muy difíciles de predecir". "La combinación de los dos estilos permitiría, por tanto, diversificar la cartera, favoreciendo una reducción de la volatilidad y una optimización de la rentabilidad a largo plazo", concluye.