El Banco Central Europeo (BCE) no depende de los datos económicos, sino que "se encuentra atrapado" por los indicadores económicos. Es la visión de mercado de Kevin Thozet, miembro del comité de inversión de Carmignac.
Según su análisis, el organismo monetario "se encuentra atrapado entre el debilitamiento de los indicadores adelantados (los PMI se encuentran en territorio de contracción) y los avances en los componentes más prospectivos (los nuevos pedidos, las nuevas empresas y la producción futura se encuentran en máximos de 10 meses)".
Thozet añade que "el mercado de trabajo sigue tenso, pero los salarios se desaceleran", ya que "el crecimiento salarial medio anunciado es menos significativo y los salarios negociados en Alemania están más cerca de los niveles anteriores a la crisis del Covid)".
En este escenario, "dado que los datos aún no indican un camino claro a seguir, salvo 'accidentes' importantes, no esperamos que el BCE baje sus tipos de interés oficiales antes de junio", indica. En su opinión, "el modo 'esperar y ver' parece estar en pleno apogeo para la reunión de esta semana"; y "lo mismo cabe decir de abril". Una opinión compartida por el consenso de analistas.
REVISIÓN A LA BAJA DE LA INFLACIÓN
Thozet también espera "una revisión a la baja de la inflación general", ya que "la media ponderada de los precios del petróleo y el gas es hoy un 10% más baja que la última vez que el BCE realizó su ejercicio de previsión, pero las revisiones de sus proyecciones de inflación subyacente para 2025 y 2026 deberían ser modestas, apuntando a una vuelta al objetivo en algún momento del próximo año".
Para este experto. "la narrativa de la desinflación debería persistir, pero también la incertidumbre sobre dónde aterrizarán finalmente los precios".
IMPLICACIONES PARA LOS INVERSORES
Sobre las implicaciones para los inversores, Thozet explica que "la perspectiva de bajadas de tipos a ambos lados del Atlántico (EEUU y zona euro) plantea interrogantes. Los mercados anticipan un número equivalente de recortes para los dos bancos centrales y más o menos al mismo tiempo".
"Sin embargo", considera que "la situación económica es muy diferente entre ambas regiones". Porque "la economía estadounidense crece a un ritmo 1,5 veces superior a su potencial y, en cambio, la zona euro coquetea con el estancamiento".
En este contexto, desde Carmignac prefieren "los tipos básicos europeos a sus homólogos estadounidenses. Y más en general, en renta fija, favorecemos los activos rentables". Así, destaca que "el 'carry' es atractivo e indica a los inversores hasta qué punto el tiempo jugará a su favor", porque "al fin y al cabo, a los inversores en renta fija se les paga por esperar".