¿Cambiará el recorte jumbo de la Fed la senda de tipos del BCE? Esto opinan Natixis y Generali

El giro del banco central estadounidense podría tener repercusiones en la zona euro

lagarde bce nueva

La Reserva Federal (Fed) ha dado a los mercados lo que querían y llevaban semanas anticipando: una bajada de los tipos de interés de 50 puntos básicos. Ahora, tras este "agresivo" movimiento todas las miradas se giran hacia el Banco Central Europeo (BCE) para que acelere con los recortes. ¿Sucumbirá a la presión y cambiará el rumbo?

"La Fed continuará, pero la amplitud de los recortes por venir dependerá del ritmo del mercado laboral, mientras que la inflación se ralentizará con la fuerte caída del precio del petróleo. La cuestión sigue siendo la del BCE, cuyo recorte de la semana pasada ya parece ridículo", indica Philippe Waecther, economista jefe de Ostrum AM (Natixis IM).

El banco central estadounidense ha situado los tipos de interés en la horquilla comprendida entre el 4,75%-5,00% y prevé que cierren el año en el 4,4%, lo que supone que espera volver a bajar las tasas otros 50 puntos básicos durante 2024. En este sentido, hay que recordar que celebrará nuevas reuniones el 7 de noviembre y el 18 de diciembre.

Asimismo, de cara a 2025, el diagrama de puntos de la Fed estima que las tasas se situarán en el 3,4% y en el 2,9% en 2026.

"Los bancos centrales tienen fama de moverse a paso de tortuga, de dedicar demasiado tiempo a analizar datos y, posteriormente, de ponerse al día con sus decisiones de política monetaria. Parece que la Reserva Federal ya está harta de estas críticas y quiere que la vean desde una perspectiva diferente. Un recorte de medio punto porcentual de los tipos de interés no es, desde luego, una tontería y demuestra que se toma en serio la idea de adelantarse a los acontecimientos y no quedarse atrás", señala Russ Mould, director de inversiones de AJ Bell.

Es más, los analistas destacan que la bajada jumbo de la Fed parece una decisión tranquila y serena, no de pánico, y con la que ha enviado un claro mensaje.

"El banco central se ha comprometido a actuar con prontitud para apoyar a la economía y no quedarse atrás, y ahora confía más en que la tendencia deflacionista es lo suficientemente fuerte como para permitir una relajación de la restricción monetaria en la medida en que los datos revelen que es necesario", comenta Sebastiano Chiodino, responsable de inversiones LDI en Generali Asset Management, parte del ecosistema de Generali Investments.

Y, aunque el ritmo de las próximas intervenciones del banco central seguirá dictado por los datos macro, la balanza de prioridades se ha inclinado claramente a favor del mercado laboral.

"El giro de la Reserva Federal podría tener ahora algunas repercusiones en la zona euro, donde un recorte en octubre no era el escenario central y el mercado lo sigue valorando con una probabilidad del 30%. La determinación del BCE de actuar cuando se disponga de previsiones trimestrales actualizadas, al menos en esta fase, podría ahora entrar en conflicto con una Fed más audaz y resultar, al menos desde el punto de vista reputacional, menos sostenible a pesar de los diferentes mandatos de ambos bancos centrales", añade Chiodino.

CENTENO LANZA LA PRIMERA PIEDRA

En su último cónclave monetario, que tuvo lugar el pasado 12 de septiembre, el BCE bajó los tipos de interés en 25 puntos básicos, tal y como estaba descontado. Sin embargo, y a pesar de que el organismo evitó comprometerse con una senda de recortes predeterminada, todo indicaba que el próximo movimiento a la baja tendría lugar en diciembre, mes en el que se presentarán las nuevas proyecciones económicas.

Pero tras la Fed, ¿se atreverá el BCE a cambiar el paso? En el seno de la institución ya hay quien se ha atrevido a 'lanzar la primera piedra'.

Tal es el caso de Mário Centeno, gobernador del Banco de Portugal y miembro del Consejo de Gobierno del BCE, quien ha afirmado, en una entrevista a la revista 'Politico', que "dada la posición en la que nos encontramos hoy, en el ciclo de política monetaria, realmente tenemos que minimizar el riesgo de no alcanzar los objetivos previstos, porque ese es el riesgo principal".

Así, el banquero luso ha enviado una señal de que una bajada de las tasas en octubre es una posibilidad real, ya que el BCE podría tener que acelerar el ritmo de los recortes puesto que los datos publicados desde la reunión de la semana pasada sugieren que el crecimiento y la inflación podrían no alcanzar las nuevas proyecciones del organismo comunitario.

"No creo que cinco semanas sea un periodo corto de tiempo. Yo era ministro de Finanzas, tenía que tomar decisiones a las 7:30 de la mañana, 7:45, 8:15. Cinco semanas es tiempo suficiente para que volvamos a los datos, los observemos nuevamente y valoremos lo que cada dato nos dice", ha agregado.

Para los inversores, la cuestión que se plantea tras las reuniones de este mes es hasta qué punto el recorte de tipos anuncia un ciclo de estímulo más profundo, que no sólo elimine la restricción sobre las principales economías, sino que también empiece a estimularlas.

"Los próximos datos a ambos lados del Atlántico ayudarán a aclararlo y podrían desplazar el equilibrio de los riesgos de cola percibidos por los mercados en torno al escenario central del aterrizaje suave, hacia extremos más recesivos que los contemplados hasta ahora", concluye Chiodino.

Noticias Relacionadas
contador