"Este no es un ciclo económico típico. Vemos fuerzas estructurales que mantienen la inflación alta a largo plazo, impidiendo que la Reseva Federal (Fed) recorte tanto como esperan los mercados". Es la visión de los analistas de BlackRock, quienes creen que la solidez de los recientes datos sobre empleo y salarios de EEUU refuerzan los motivos por los que el banco central estadounidense llevará los tipos de interés a un nivel más alto de lo previsto.
"Los inversores están viendo los cambios estructurales a través de la lente de un ciclo económico típico, y eso está impulsando la volatilidad del mercado. Este año hemos visto enormes oscilaciones en los precios de los recortes de tasas de la Fed, ya que los mercados tienen dificultades para poner en contexto los datos macroeconómicos que llegan (y a menudo son contradictorios). La inesperada resiliencia reciente de la economía estadounidense llevó a los mercados a descartar algunos recortes de tasas, pero no creemos que se trate de un ciclo económico típico", insisten desde la gestora.
Y es que los estrategas ponen el foco en que el último informe de empleo del mes de octubre muestra que el crecimiento de los salarios sigue siendo fuerte, mientras que los niveles actuales sugieren que la inflación básica podría mantenerse más cerca del 3% frente al objetivo del 2% de la Fed.
"Vemos megafuerzas (cambios estructurales que impulsan los rendimientos ahora y en el futuro) en juego que podrían mantener la inflación estable a largo plazo, en particular una población que envejece, lo que limitaría la oferta laboral y el crecimiento futuro", afirman en BlackRock.
En este sentido, subrayan que la inflación todavía se mantiene por encima de los niveles previos a la pandemia. Asimismo, comentan que el PIB del tercer trimestre de EEUU pone de manifiesto que el gasto de los consumidores continúa impulsando el crecimiento económico; y que el mercado laboral mantiene un ritmo saludable y se recuperará aún más tras el impacto de los huracanes.
Si se mira a las elecciones presidenciales estadounidenses, "la perspectiva de aranceles más altos o una inmigración legal reducida también tendría implicaciones inflacionistas. El envejecimiento de la población y otras megafuerzas también son inflacionistas. La expansión industrial puede estimular la inflación, como también lo podrían hacer las cadenas de suministro globales cada vez más complejas debido a la fragmentación geopolítica", señalan.
Por todo ello, en su opinión, "los mercados están descontando más recortes de la Fed de los que probablemente aplicará el banco central".
SE DECANTAN POR LA RENTA FIJA EUROPEA
En el lado contrario se sitúa el Banco Central Europeo (BCE) que, según los expertos de BlackRock, tiene más margen para relajar su política monetaria debido a la menor actividad de la eurozona.
"La valoración del mercado de los recortes de tipos del BCE está más en línea con nuestra opinión que en EEUU. El BCE endureció más que la Fed: 450 puntos básicos desde enero de 2020 frente a los 375 de la Fed", explican.
Además, agregan que la política del BCE parece incluso más restrictiva dado el menor gasto de los consumidores europeos y el limitado apoyo fiscal en comparación con EEUU, lo que le permite más flexibilidad que al banco central estadounidense para recortar los tipos e impulsar el crecimiento. Es por eso que el organismo monetario europeo volvió a bajar las tasas por tercera vez en su reunión del pasado 17 de octubre y hace que cada cónclave sea un encuentro "vivo".
"Esto impulsa nuestra preferencia por la renta fija europea frente a la estadounidense, especialmente en el caso del crédito. Los mercados de bonos del Reino Unido están atentos al posible impacto inflacionista de la combinación de impuestos y gastos en el nuevo presupuesto británico. Vemos que unas perspectivas de crecimiento tibias en el Reino Unido están llevando al Banco de Inglaterra a recortar más de lo que los mercados han descontado. Por eso, recientemente hemos 'sobreponderado' los bonos del Estado británicos", concluyen en BlackRock.