Pantheon Macroeconomics no augura un buen futuro para la eurozona, que seguirá en terreno estanflacionario y sin posibilidades de evitar una recesión en el segundo semestre del año. Aún así, la firma británica mantiene su previsión de que el Banco Central Europeo (BCE) subirá los tipos de interés en 125 puntos básicos hasta principios de 2023, haya o no haya recesión.
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"El BCE trata de corregir su error, pero el mercado lo seguirá poniendo a prueba"Los motivos que llevan a los expertos de la firma inglesa a pensar en esta contracción de la economía son diversos: la suavización de la demanda, los cada vez más frecuentes cortes de gas por parte de Rusia y la consiguiente alza de sus precios, una inversión cada vez más escasa debido a la incertidumbre o las caídas de la confianza empresarial de Alemania en junio, debido a la guerra de Ucrania. “En general, esperamos que el PIB de la zona euro caiga un 0,2% en el tercer trimestre y un 0,3% en el cuarto”, explican.
Asimismo, los analistas de Pantheon señalan que sus previsiones para el segundo trimestre “implican un crecimiento del PIB respecto a 2020 del 2,7%, lo que está en línea con el consenso, pero supone una base débil para el próximo año”. “Creemos que el crecimiento del PIB en 2023 será sólo del 1,0%, por debajo del potencial y por debajo del consenso”, añaden.
Además, las presiones inflacionistas de la zona euro siguieron siendo intensas en mayo, alcanzando un nuevo máximo histórico del 8,1%, con un monstruoso aumento de los precios de la energía del 39,2%. De acuerdo con Pantheon Macroeconomics, los efectos de base deberían arrastrar hacia abajo la tasa energética… a menos que los precios del petróleo y el gas vuelvan a subir, algo que es “un riesgo real”. Por otra parte, estos expertos creen que la tasa subyacente seguirá siendo elevada, situándose en una media del 3,7% en el segundo semestre, al igual que la de los alimentos en particular.
En este contexto, estos analistas no creen que la hoja de ruta del BCE vaya a cambiar: subida de tipos de 25 puntos básicos en julio, seguida de una de 50 en septiembre y otras dos más de 25 en diciembre y enero. “A partir de entonces, una inflación más baja y unas previsiones oficiales de crecimiento del PIB más suaves darán al BCE un mayor margen de maniobra”, indican.
En cuanto al instrumento antifragmentación que la presidenta Christine Lagarde anunció hace menos de un mes, señalan que es posible que se sepa algo más sobre esta herramienta entre finales de junio y septiembre. “Nuestra apuesta es que el BCE intentará crear un programa renovado de operaciones monetarias de compraventa (OMT) con menos condicionalidad, centrado en la prevención de la ampliación excesiva de los diferenciales de los bonos a corto plazo”, explican.
DEUDA SOBERANA
Noticia relacionada
El BCE anuncia la creación de un instrumento antifragmentación para controlar la deudaDe acuerdo con las estimaciones de Pantheon Macroeconomics, los datos de abril apuntan a una nueva divergencia en la emisión neta de deuda en las principales economías de la zona euro. “La tendencia en Alemania se debilitó aún más a principios del segundo trimestre, mientras que en Francia se está estabilizando”, indican, al tiempo que puntualizan que “en ambos casos, las tendencias siguen siendo más altas que antes del virus”.
Mientras tanto, en el sur de Europa, la tendencia de la emisión neta en Italia se desplomó debido a una enorme caída de 10.000 millones de euros en mayo, algo “excepcional”. Por otra parte, la tendencia en España está yendo paulatinamente hacia abajo.
“En el conjunto de las cuatro principales economías de la zona euro, la media de 12 meses de emisión neta de deuda se situó en 28.700 millones de euros en abril, por debajo de los 33.900 millones de euros de marzo, el nivel más bajo desde la crisis de Covid-19”, añaden.
Asimismo, la firma indica que los riesgos están aumentando, ya que los gobiernos están tratando de compensar el impacto de la guerra en Ucrania en los ingresos de los hogares y en la inversión. “El riesgo de nuevas ayudas públicas contrasta con el reciente anuncio del BCE de poner fin a las compras de en junio. En otras palabras, los riesgos para los rendimientos de los bonos se inclinan firmemente al alza en los próximos tres a seis meses”, sentencian.