"La posibilidad de un desfase entre el BCE y la Reserva Federal es ahora el escenario de referencia del mercado". Es la visión del economista jefe de AXA IM, Gilles Moëc, sobre las políticas monetarias de ambos bancos centrales.
Según su análisis, "el BCE no esperará a que la inflación converja plenamente al 2% y recortará en junio, aunque la Fed vacile".
Pese a que AXA IM mantiene "el mes de junio también como escenario base para el primer recorte de la Reserva Federal", Moëc añade que "es innegable que los datos son menos favorables a una inversión de la política monetaria en EEUU que en la zona euro".
En este sentido, añade que "el BCE recorte antes que la Reserva Federal está totalmente dentro de nuestro rango de verosimilitud".
Así, destaca que "el tipo de cambio del euro apenas se ha suavizado a pesar de la inversión de las expectativas del mercado sobre los diferenciales de los tipos de interés oficiales (todavía a principios de febrero el consenso apuntaba a más subidas por parte de la Fed que del BCE)".
Por ello, considera que "esto debería animar al BCE a tomar las decisiones adecuadas para la zona euro, independientemente de lo que haga finalmente la Fed”.
ANÁLISIS SOBRE LA ZONA EURO
Sobre la reunión de política monetaria del BCE que tendrá lugar este jueves, Gilles Moëc comenta que "no se espera ninguna decisión del BCE esta semana. El mes pasado, Christine Lagarde había insinuado la posibilidad de actuar en junio, pero, por supuesto, el Consejo de Gobierno tendrá ocasión este jueves de informar sobre una 'evaluación provisional' de la situación macroeconómica de la zona euro".
En su opinión, "la decisión del BCE de revisar a la baja sus previsiones de inflación parece confirmada por el IPC de marzo: la desinflación continúa a un ritmo más rápido de lo que esperaba el mercado".
"Sin embargo", añade, "la resistencia de los precios de los servicios sigue siendo un punto delicado. El mensaje de las encuestas sobre el comportamiento futuro de los precios de las empresas y la todavía anémica demanda interna son, sin embargo, tranquilizadores en cuanto a la cantidad de presiones inflacionistas aún en ciernes".
Sobre el crecimiento económico, este experto señala que "parece que la economía europea se estabiliza por ahora a marchas forzadas. Es cierto que la velocidad adquirida en los salarios nominales, que contrasta con la ralentización de la inflación general, apoyará el poder adquisitivo, pero los vientos fiscales en contra se acumulan antes de que desaparezca el impacto del endurecimiento monetario".
ANÁLISIS DE ESTADOS UNIDOS
En el caso de Estados Unidos, Gilles Moëc destaca que "la creación de empleo sigue siendo sólida y su aceleración desde el otoño del año pasado se confirmó de nuevo en la serie de nóminas de marzo. No obstante, observamos que el crecimiento salarial se ha estabilizado a un ritmo que, suponiendo que se mantengan los actuales aumentos de productividad, debería ser coherente con la vuelta a una inflación del 2%".
También subraya que "las sólidas condiciones de la oferta, impulsadas en particular por la gran inmigración neta, están contribuyendo a ello".
Por ello, señala que "el reciente 'discurso de la Fed' se haya vuelto notablemente prudente tiene sentido", aunque considera "como un escenario extremo las insinuaciones del presidente de la Fed de Minneapolis, Neel Kashkari, de "ningún recorte" en 2024".
LA PREVISIÓN DE ALLIANZ GLOBAL INVESTORS
Por su parte, Franck Dixmier, director de Inversiones (CIO) global de Renta Fija de Allianz Global Investors, espera que "el BCE mantenga el statu quo", aunque añade que "debería dar alguna indicación sobre un primer recorte de los tipos de interés, que estimamos que será en junio".
"Creemos que el calendario del BCE no se verá afectado por un probable desfase con el primer recorte de la Fed", añade ante un previsible retraso en la primera bajada de tipos por parte del banco central estadounidense.
En su opinión, el BCE "ya no tiene muchas razones para no empezar pronto a normalizar su política monetaria. La caída de la actividad económica en la zona euro parece haber quedado atrás. Pero, sobre todo, el BCE está viendo cómo se confirma su escenario de que la inflación se acerca a su objetivo".
Por ello, considera "probable que en la reunión del 11 de abril se debata el punto de inflexión de la política monetaria y, en particular, el calendario de la primera bajada de los tipos de interés. Aunque el consenso apunta a junio, la fecha y la magnitud de los futuros recortes de tipos siguen sin estar definidos".
Así, espera "un discurso cauteloso, que confirme la alta probabilidad de un primer recorte en junio y lo presente como un primer paso hacia la normalización de la política".
No obstante, añade que "el BCE debe insistir en que los futuros recortes de tipos no están garantizados y dependerán de la trayectoria previsible de la inflación".