Gilles Moëc, economista jefe en la gestora de fondos AXA Investment Managers, analiza la desaparición del Silicon Valley Bank y sus consecuencias directas, tanto para la Fed, como para el sistema financiero y el sector tecnológico.
"La desventura de SVB ayuda a arrojar luz sobre la relación no tan directa entre el nivel de los tipos de interés y la salud de los bancos", explica este experto.
"Sí, en general -y a medio plazo- la subida de los tipos de interés beneficia a los bancos, ya que les permite mejorar sus márgenes, pero la rentabilidad puede verse perjudicada si los pasivos a tipo variable chocan con los activos a tipo fijo a largo plazo acumulados a un nivel bajo de tipos de interés", añade.
Gilles Moëc cree que “esta es otra razón para estar muy atentos a la evolución macrofinanciera. Aunque no estemos en territorio sistémico, poco a poco estamos reaprendiendo que los tipos de interés difícilmente pueden subir sin desencadenar dolor, y aunque idiosincrásicos, los acontecimientos del SVB deberían recordarnos que los canales macrofinancieros deberían ser los primeros en revisarse –es probable que sean el presagio de más dificultades que lleguen a la economía real”.
Para el experto de AXA IM, el caso de SVB también puede tener implicaciones para la política de la Fed. “Es probable que desencadene una mayor prudencia de la Fed en el ámbito de la política monetaria. A muy corto plazo, va a ser difícil para la Fed ignorar el episodio de SVB, aunque en teoría las preocupaciones por la estabilidad financiera no deberían afectar a las decisiones de política monetaria”.
“Más allá de la cuestión de la rentabilidad, los bancos pueden tener más dificultades para cumplir sus umbrales de capital regulatorio en épocas de fuertes subidas de los tipos de interés. El BCE es consciente de este riesgo desde hace tiempo”, recalca Giles Moëc.
Para AXA IM, la situación también tiene impacto negativo en el propio sector tecnológico: “El sector ya era especialmente sensible a la actual configuración macroeconómica: dado que combina elevados gastos de capital al principio y que en la mayoría de los casos sólo produce beneficios a largo plazo, no lleva bien una subida del tipo de interés sin riesgo. La desaparición de una de sus fuentes de financiación (SVB) no va a ayudar”.
Gilles Moëc explica que aunque “SVB parece un caso idiosincrásico –su concentración en un único sector (el tecnológico) lo hacía especialmente sensible a las retiradas de depósitos colectivos, sobre todo en una situación en la que la financiación de nuevas empresas se está agotando y las empresas tecnológicas necesitan acceder a su efectivo–, los supervisores y reguladores no se arriesgaron”.
Moëc destaca que “las autoridades estadounidenses compensarán los depósitos de estos bancos por encima del límite normal del seguro de la FDIC".
El experto señala que “no se trata de un rescate –no se ha planteado ninguna protección gubernamental para los titulares de bonos del SVB, por ejemplo–, pero la idea es probablemente evitar una migración potencialmente dolorosa de los depósitos de otros bancos pequeños y medianos hacia instituciones más grandes, así como cortar de raíz la aparición de una cadena de problemas de liquidez y solvencia en el sector tecnológico”.