El mal dato de inflación registrado en agosto en EEUU, principalmente la subyacente, que subió el doble de lo esperado, ha llevado a los expertos a prever una recesión “leve” en el país norteamericano. En Berenberg apuntan a que el inicio de este retroceso económico tendrá lugar en “el segundo trimestre de 2023, aunque se estima que el PIB real se mantenga estable en el primer trimestre de 2023 y que se debiliten otros indicadores de la actividad económica como la producción industrial, la mano de obra o los mercados”.
La firma británica Oxford Economics también considera que EEUU se enfrentará a una leve recesión en el primer semestre de 2023. “Habrá un crecimiento negativo del PIB real en el primer y segundo trimestre y un crecimiento plano para el año, por debajo de nuestro pronóstico anterior”, en que el que auguraban un crecimiento del 1%. En cuanto a la tasa de desempleo, la sitúan un punto por encima, hasta el 4,8% para finales de 2023.
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La inflación no da tregua en EEUU: el IPC subyacente sube el doble de lo esperado“Seguimos viendo que la inflación se modera en 2023, pero a un ritmo más lento que antes, con la variación interanual del IPC sin volver al objetivo del 2% hasta 2024. Como resultado, esperamos que la Fed no comience a recortar las tasas de interés hasta el cuarto trimestre de 2023, a pesar de nuestro pronóstico de una recesión en la economía”, señalan.
John Velis, de BNY Mellon, realiza el mismo pronóstico e indica que “la alta inflación aumenta el riesgo de recesión”. En este sentido, apunta que el IPC de agosto va en esta dirección, ya que la inflación subyacente “sigue siendo alta y estancada”.
“Esto requiere una política de tasas aún más agresiva, lo que implica condiciones financieras mucho más estrictas a partir de aquí. Tal endurecimiento amenazaría aún más los precios de los activos y eventualmente debería dar como resultado un mercado laboral significativamente más débil y un mercado inmobiliario en contracción, lo que representaría una amenaza para el consumo y acercaría a EEUU a la recesión”, valora Velis.
De igual modo, la tasa de desempleo la sitúa “cerca del 5% (o más)” para finales del segundo trimestre de 2023, con una disminución en el gasto de consumo personal debido a la desaceleración del crecimiento de la fuerza laboral y al enfriamiento de los salarios, “ya que la política de la Reserva Federal trabaja para restringir la contratación y relajar el mercado laboral que actualmente es muy estrecho”.
Velis también destaca que el riesgo de recesión se está manifestando en los mercados de activos. “Desde la publicación del IPC el martes pasado, el S&P 500 ha bajado un 6% en solo unos pocos días” y en este sentido, “los flujos de inversores de dinero real parecen implicar una perspectiva sombría para las condiciones macroeconómicas”.