"No esperamos una rentabilidad del 20% para la renta variable mundial por tercer año consecutivo, sino una ganancia más moderada del 5-10%, impulsada principalmente por el crecimiento de los beneficios".
Es la visión de mercado de Knut Hellandsvik, jefe de Renta Variable de la gestora nórdica DNB Asset Management. "Creemos que la diversificación dará sus frutos, ya que vemos un panorama de rentabilidad más amplio: las empresas más pequeñas, las acciones de valor y los cíclicos deberían tener el potencial de obtener un buen rendimiento. Por último, esperamos un mercado volátil, dado un contexto geopolítico muy incierto y una Casa Blanca impredecible", explica este experto.
El ejercicio 2024 está siendo muy positivo para el mercado de renta variable global. El índice MSCI World registra un aumento cercano al 20%. Y, desde octubre de 2022, ha acumulado una ganancia del 60%. Ahora surge la duda: ¿seguirá subiendo o es momento de asegurar beneficios? Predecir el comportamiento del mercado es siempre un desafío, como han demostrado los últimos cinco años.
Durante este período, el mundo enfrentó eventos inesperados, desde una pandemia global hasta un conflicto armado en Europa. Sin embargo, a pesar de los titulares negativos, el mercado bursátil global ha mostrado una notable resiliencia. En 2024, todas las principales regiones registraron incrementos en sus valoraciones, con Estados Unidos liderando esta tendencia.
Actualmente, la relación precio-beneficio a 12 meses del mercado bursátil estadounidense supera con creces su máximo de los últimos 20 años y su promedio histórico, incluso excluyendo a las grandes empresas tecnológicas. En comparación, Japón y Europa se sitúan en línea con su media de dos décadas, mientras que China cotiza por debajo de ese nivel. Frente a este panorama, ¿qué podemos esperar del mercado de valores mundial en 2025?
EL MERCADO SUBIRÁ ENTRE UN 5% Y UN 10% EN 2025
"En Estados Unidos, la nueva presidencia de Trump, combinada con una mayoría republicana en el Congreso, significa un cambio de régimen para la economía y los mercados globales", argumenta Knut Hellandsvik.
A corto plazo, espera que la Trumpnomics sea positiva para Wall Street, ya que se bajarán los impuestos y habrá menos regulación. "Es probable que esto tenga un efecto reflacionario y desencadene una recuperación más amplia que también afectará a las pequeñas y medianas empresas, beneficiando especialmente a las partes cíclicas y orientadas al valor del mercado de renta variable", añaden.
"El índice Russell 2000 ha tenido un rendimiento muy inferior al índice S&P 500 durante dos años consecutivos y podría experimentar un repunte significativo el próximo ejercicio", destaca.
LAS PREVISIONES PARA EUROPA
La situación en Europa es diferente, pese a que la región cotiza con un descuento récord frente a Wall Street. El Viejo Continente ha registrado un rendimiento inferior al de EEUU en ocho de los últimos diez años, y este año podría marcar el peor desempeño en términos de dólares de su historia. No sorprende que el sentimiento de los inversores globales hacia la región sea desalentador, y que muchos opten por una posición infraponderada.
A pesar de ello, los inversores siguen viendo un panorama limitado debido al débil crecimiento económico, la baja demanda china, la inestabilidad política y el riesgo de un aumento de los aranceles estadounidenses. Sin embargo, factores como nuevos recortes de los tipos de interés por parte del BCE, un euro más débil y políticas más favorables al mercado podrían impulsar un mejor rendimiento de la renta variable, señala Knut Hellandsvik.
En este contexto, algunas empresas globales que cotizan en Europa presentan oportunidades interesantes, negociándose con descuentos significativos respecto a sus homólogas estadounidenses. En este sentido, las acciones relacionadas con el lujo pueden ser una oportunidad de cara a 2025.
JAPÓN Y BOLSAS EMERGENTES
Tras un sólido comienzo de año, la bolsa japonesa enfrentó la reversión de las operaciones de carry trade en agosto y la inestabilidad política en otoño. Sin embargo, su historia de crecimiento sigue intacta, respaldada por la reflación interna, el crecimiento de los salarios reales, la debilidad del yen, el aumento de las recompras de acciones y las reformas corporativas en curso. Desde la perspectiva de DNB AM, el sector industrial y las empresas orientadas al consumo interno presentan oportunidades atractivas.
Por último, los mercados emergentes podrían enfrentar otro año complicado, con la fortaleza del dólar como su escenario base. En este contexto, es clave que los inversores mantengan un enfoque selectivo.
China sigue enfrentando dificultades debido a la débil demanda interna tras el colapso de la burbuja inmobiliaria. Los estímulos gubernamentales aún no logran reactivar el consumo interno, y una intensificación de la guerra comercial con Estados Unidos podría empeorar el panorama económico.
En contraste, India emerge como un posible ganador, ya que muchas empresas globales buscan reducir su exposición a China y diversificar sus cadenas de suministro.